Considerando el alto tránsito vehicular existente en las avenidas adyacentes al Óvalo Grau, al sur de Trujillo, capital de la región La Libertad. La municipalidad provincial desarrolló un intercambio vial con dos pasos elevados en paralelo, con una longitud de 425 m cada uno y sostenidos por 22 pilares.
La obra incluye pavimentación de asfalto, implementación de veredas y fuentes de agua.
El nuevo by-pass del óvalo Grau fue inaugurado a fines de 2014. Su construcción demandó una inversión aproximada de S/. 50 millones, y estuvo a cargo del consorcio integrado por Torrescamara y CIA de Obras SA Sucursal del Perú, Terrak SAC y Corporaciones AMC SAC.
Las dos vías de circulación se elevan sobre la avenida América Sur pasando sobre el óvalo, efectuándose los movimientos de giro alrededor de una rotonda de radio amplio, que se localiza debajo del paso. Desde el punto de vista geométrico, el proyecto no representa mayores dificultades para adaptarse al tránsito existente.
El paso elevado permitirá un mayor dinamismo vehicular en la zona, puesto que aquellos conductores que viajan por el anillo de la avenida América Sur ya no tendrán necesidad de transitar por el óvalo en el nivel bajo. El alivio de la congestión vehicular alcanza, además, a las avenidas La Marina, Moche y Manco Inca, que atraviesan el óvalo hacia diferentes direcciones.
Las secciones viales de las avenidas adyacentes se modificaron, así como la parte baja central de la estructura, donde se instaló una fuente de agua. La longitud total de cada vía es de 425 m aproximadamente, incluyendo las rampas, y cuentan con una sección de vía variable, debido al contexto inmediato. La capacidad de carga es de 120 toneladas aproximadamente.
ANTECEDENTES
La avenida América Sur es una arteria que forma parte de la red vial de la ciudad de Trujillo, y comprende urbanizaciones y barrios con gran densidad poblacional. En su recorrido, se evidencia la existencia de viviendas, negocios y centros educativos. Por ello, la afluencia de vehículos es muy elevada. Además, buena parte de los vehículos que transitan por la vía son de transporte público y de carga.
La avenida La Marina, del mismo modo, se caracteriza por el alto volumen de tránsito que la atraviesa, por lo que puede considerarse como una vía troncal. Su capacidad física facilita un alto nivel de movilidad e interconecta importantes vías como la Carretera Panamericana. Es, además, la vía de entrada y salida de la ciudad de Trujillo en dirección al sur.
La avenida Moche, a su vez, es la principal ruta de acceso hacia el Centro Histórico de Trujillo, por lo que también mantiene un tránsito elevado durante gran parte del día, y se comunica directamente con la avenida 28 de Julio. De las calles adyacentes al óvalo Grau, la calle Manco Inca es la que presenta menor influencia de tráfico, ya que conecta a una zona residencial.
Las tres primeras avenidas cuentan con gran aforo vehicular, lo que genera conflictos en su intersección. Ese fue el principal motivo por el cual la autoridad edil de Trujillo optó por realizar los estudios correspondientes para la implementación de una solución vial, que dio como resultado la instalación del baipás recientemente inaugurado.
La obra incluye dos vías de circulación ubicadas sobre la avenida América Sur, así como una fuente acuática, una estructura del Monitor Huáscar y una escultura de Miguel Grau. En total, se instalaron 400 sistemas LED para la iluminación y una red de señalización de forma complementaria.
BAIPÁS
La longitud total de cada vía es de 425 m aproximadamente, incluyendo las rampas, y cuentan con una sección de vía variable, debido al contexto inmediato. La capacidad de carga es de 120 toneladas aproximadamente. Para el acceso, se desarrollaron rampas con una pendiente del 6%, con longitudes diferentes en ambos extremos (120 m y 150 m), debido al desnivel topográfico existente entre los puntos de inicio y fin del viaducto.
Estas rampas nacen de la avenida América Sur con un ancho de 14.50 m en total y con una sección útil de 6.60 m por cada puente, uno de ida con dos carriles de 3.30 m y otro de vuelta con otros dos carriles. Las rampas de ambos puentes arrancan de forma paralela y en la parte central se separan, formando curvas horizontales con radio de curvatura de 100 m para el giro de los vehículos.
Más adelante se forma una segunda curva que acerca a los puentes nuevamente hasta llegar al otro extremo. Esta configuración geométrica crea un espacio entre ambos puentes que es aprovechado arquitectónicamente.
Las obras del baipás motivaron que las secciones viales de la avenida América Sur se modificaran de forma considerable, cambiando algunos anchos de vereda y reestructurando la sección vial para adaptarla a la intervención. En el arranque de las rampas, la vía está conformada por una losa de concreto apoyada sobre un relleno rodeado por muros de contención. El puente continúa en pendiente y los pilares de apoyo se sitúan a distancias de entre 25 m y 30 m.
En medio de la abertura que forman los pasos elevados, se ubica una fuente acuática, con piletas que logran cortinas de hasta 13 m de altura a la que se le implementaron efectos de iluminación, con fines ornamentales y de recreación urbana. Al costado, se proyecta una alegoría del Monitor Huáscar y una escultura en homenaje al Almirante Miguel Grau.
Para la parte de iluminación, se dispuso la instalación de unos 400 sistemas LED. En el puente vehicular se colocaron 40 luminarias, para efectos de alumbramiento público. Bajo el puente hay otros 44 dispositivos. Para la iluminación ornamental se dispusieron 51 cabezales, 59 luminarias empotradas y 6 reflectores LED en la pileta. En las barras de soporte de la estructura se implementaron 143 luces de color azul, que crea un efecto llamativo durante la noche.
De forma complementaria, se implementó una red amplia de señalización horizontal y vertical, que cubre toda el área del proyecto e incluye la instalación de sistema de semaforización en todas las intersecciones.
Publicado en Ed. 32 revista Proyecta. Lima-Perú.
Discusión sobre la noticia