Amantica Lodge es una construcción que se inserta en la isla Amantaní, en medio del Lago Titicaca. El estudio Eco Wekk -a cargo del proyecto- empleó técnicas ancestrales de construcción de la zona como el uso de la piedra y la totora, mejorándolas y combinándolas con materiales reciclados.
El Amantica Lodge se ubica en Amantaní, la isla de mayor tamaño del lado peruano del Lago Titicaca. Situado a orillas del lago navegable más alto del mundo, es respetuoso a la arquitectura local y ha sido edificado con materiales de la zona y técnicas tradicionales de construcción. Se compone de una habitación principal con terraza, un baño, un depósito y actualmente existe una nueva habitación en construcción.
El visitante llega al Lodge a través de embarcaciones que anclan en un pequeño muelle de madera a orillas del lago. Este se conecta con un camino de piedra tipo andenes que dirige a Amantica.
Amantica Lodge se crea a partir de una estructura de madera que se sostiene en pilotes anclados en el terreno. El piso se compone de totora, aserrín y cal, cerrándose con tablones de madera. El muro orientado al norte se compone de adobe.
ÁREA PRINCIPAL
El área principal de 42 m2, incluye una terraza y alberga a dos huéspedes. Se levantó sobre una estructura sostenida encima de un sistema de seis pilotes de madera tornillo anclados sobre roca, aprovechando la expertise de 30 años armando circos de un carpintero francés, que arribó especialmente para el proyecto.
Esta solución de pilotes permite dos ventajas. En caso de lluvias el agua transcurrirá debajo de la estructura y, para reforzar este concepto, se hizo una base de piedras a fin que no sea afectado el suelo. Por otra parte, en caso sea retirado el inmueble, su impacto será mínimo sobre el terreno.
El piso de la habitación y la terraza se compone de un sistema de viguetas de madera sobre el que se colocan redes de ‘conejeras’. Sobre ellas se coloca una capa de desechos de totora y aserrín con cal, cercando el espacio con tablas de madera tornillo, generando un cierre hermético.
Gran habitación. La habitación en sí cuenta con 25 m2. Para uno de sus muros se empleó adobe, en otro se usó una base de piedra y encofrado de tierra; mientras que en los restantes, además del adobe, se consideró en sus vanos dos grandes vidrios templados de 27 mm dispuestos en forma de “L” que entregan excelentes vistas sobre el paisaje.
El muro de adobe se levanta sobre la armadura de pilotes de madera. Cuenta con 30 cm de espesor y fue tarrajeado con una mezcla de heces de burro, vaca y un poco de paja. Se orienta hacia el norte para recibir al sol y transmitir la calefacción al interior del edificio. “La pared de adobe posee un buen aislamiento acústico y térmico además de ser un modulador de hidrometría y temperatura. Una pared de este material siempre vive”, detalla el arquitecto Tom Gimbert, director del estudio Eco Week.
El otro muro es de 60 cm de espesor que se erige directamente sobre el terreno natural y es contigua a la zona del baño. Posee una base de piedra de 70 cm y sobre él se realiza un encofrado de barro compactado con paja, convirtiéndose en un muro seco. “Se encofra poco a poco con una capa cada dos días hasta llegar a la parte superior. Pero al finalizar no es necesario realizar un acabado”, sostiene.
El espacio es cerrado por un techo tipo sándwich con pendiente. Se conforma de una estructura de vigas de eucalipto cubierto en una primera capa por totora tejida por personas mayores de la zona, recuperando esta técnica ancestral.
Posteriormente, se aplica una capa de caucho de llanta reciclada, impermeabilizando el espacio. Finalmente, se coloca un colchón de totora cortada para permitir la caída del agua en caso de lluvia. “Era interesante utilizar este mix en el techo porque en la zona se está empleando erróneamente solo la calamina que provoca frío en invierno y excesivo calor en verano”, comenta.
Apoyado al muro de adobe se levanta una cama de madera que apunta visualmente directo al lago. Frente a él y al finalizar la habitación se ubica una chimenea con doble frente que ofrece calefacción tanto a la terraza como a la gran habitación.
La terraza, en tanto, posee una dimensión de 16 m2 con un piso de madera. Se protege del viento y el sol con una ventana de vidrio templado ubicada en uno de sus lados y por un techo sol y sombra compuesto por partes de eucalipto y policarbonato.
La terraza se protege del exterior a través de un vidrio templado y un techo de policarbonato. El techo de una estructura está forrado con un mix de totora, caucho reciclado y totora. El cerramiento final de totora se repite en los otros espacios como el baño, la cocina y el depósito.
BAÑO
El baño posee un piso de piedra, conformado por aquellas encontradas a la orilla del lago. “Están pulidas por el mismo Titicaca. Las recuperamos, seleccionamos y colocamos en el piso rellenándolos con una mezcla de cemento”, apunta el arquitecto.
Este espacio comparte el muro hecho con encofrado de la habitación principal. Soporta una estructura de madera que envuelve un gran espejo y los lavamanos. Este muro se conecta con una ventana que protege el jacuzzi labrado en granito y que ofrece una agradable vista al lago. La pared siguiente comienza con una ducha. Los muros de piedra que acogen este espacio recibieron un acabado de microcemento para resistir la humedad.
El closét de madera se soporta en una superficie rocosa. Se apoya también en una pared de rocas apiladas cuidadosamente. La disposición de estos elementos permite un juego de luces naturales que ingresan al atardecer. Este muro de piedra continúa hasta envolver la zona de inodoro, configurándose así como la pared cerrante del espacio.
“En la zona del jacuzzi existe una puerta corrediza que permite al cliente bajar hasta el muelle de madera. Entonces puede vivir la experiencia de bañarse en el agua fría del lago, luego ir al jacuzzi que se calienta en 40 minutos con 80°C, después a la ducha, y de ahí al clóset”, apunta Gimbert.
El techo del baño se conforma de caucho de llanta usada y sobre él una capa de totora. A diferencia de la habitación principal, tiene una caída en mayor pendiente.
ENERGÍA
El bungalow se abastece de energía mediante un sistema fotovoltaico y, en caso sea necesario, un grupo electrógeno. Para el agua, esta se calienta por una terma solar colocada en el techo del baño, y una terma a gas en el caso del jacuzzi.
“Se ofrece a los clientes un confort de cuatro estrellas, pero con energía fotovoltaica y calentador a gas. Cuenta con televisión y opción a conexión de Internet en un ambiente donde no lo existe”, precisa.
La conexión a servicios de saneamiento se da a través de un sistema de recolección y tratamiento del agua. Esta es absorbida del Titicaca a través de tuberías situadas debajo del camino de ingreso hasta llegar a un tanque elevado escondido en el terreno. Luego, por efectos de la gravedad, esta abastece al Lodge.
Posteriormente, el agua empleada en el recinto se traslada a una planta de tratamiento artesanal diseñada por el estudio Eco Wekk. El agua tratada riega unas chacras cercanas y regresa nuevamente al lago. “Nuestros estudios mostraron que el agua que devolvemos es más limpia que la que logramos capturar”, sostiene el arquitecto.
SOCIAL
Amantica busca convertirse en un ejemplo de turismo vivencial porque es administrada por personas de la misma comunidad. Se ofrece artesanías de la isla y comidas típicas de la zona. Además existe un porcentaje del precio de noche de hospedaje que va acumulándose para realizar proyectos futuros en Amantaní.
Por lo pronto, están construyendo una nueva habitación para recibir mayor cantidad de visitantes. Esta emplea la tecnología de muro caliente a través de un serpentín de acero galvanizado detrás de una de las paredes que traslada el agua calentada por la terma solar.
“En este proyecto hemos usado el conocimiento de los habitantes de esta antigua isla sobre la tierra y la piedra, para lograr un proyecto sostenible que favorezca al turismo vivencial en la zona”, puntualizó.
Equipo constructor: Denis Garin (Maestro carpintero) / Charles Lautru (director de obras) / Nicolás Richard (carpintero) / Guillaume Chouin (carpintero) / Gerardo Clavijo (gasfitero – electricista) / Tom Gimbert (carpintero). Apoyo: Richard Calsin (maestro albañil) y vecinos de Occosuyo, Ocopampa y Amantaní.
Publicado en Ed. 33 revista Proyecta. Lima-Perú.
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