En el cruce de las avenidas Primavera y Caminos del Inca, en el distrito limeño de Surco, funciona el recién inaugurado Burger Factory. Un restaurante – bar que establece dentro de su compacto espacio una conexión muy cercana con los clientes, quienes pueden apreciar la preparación del producto en un ambiente agradable y lleno de elementos vintage, cuyo diseño hace referencia a las grandes metrópolis estadounidenses, cuna de las hamburguesas tal como las conocemos en la actualidad.
El diseño de Burger Factory Resto Bar estuvo a cargo del estudio Alma Arquitectura e Interiores, que implementó la idea de una cocina integrada, que permite aprovechar al máximo el espacio del local y hace que la experiencia de los comensales no se limite únicamente al consumo de alimentos y bebidas.
El diseño interior del local hace referencia a la cuna y lugar de crecimiento de las hamburguesas a nivel mundial, es decir, grandes ciudades estadounidenses como Nueva York y Chicago, así como la subcultura de estas metrópolis, reflejados en las paredes a través de fotos y diversos cuadros. El aspecto industrial, los lofts, la conexión con la ciudad y la dinámica del entorno fueron los puntos de inicio para la sensación que se quería lograr, siempre tomando en cuenta la calidez necesaria para crear un espacio agradable.
Burger Factory es un pequeño restaurante – bar especializado en hamburguesas. Para su diseño, se optimizó su espacio compacto a fin de que el cliente pueda ver de cerca el proceso de preparación del producto, rodeado de un ambiente agradable de corte vintage.
La parte de la cocina refleja una especie de abstracción de un puesto de mercado, ya que guarda relación en el modo en que atiende a los clientes. Para reforzar esta idea, los diseñadores utilizaron una cornisa de pizarras al frente y un enchape de mayólica pequeña para revestir lo que vendría a ser el “puesto”.
Muy de cerca se encuentra el área de las mesas, cuyas paredes están revestidas con ladrillo rococho y enmarcadas en estructuras metálicas. Estos elementos sólidos contrastan con las ventanas, que generan una gran vitrina perimetral, y contribuye a la generación de un ambiente rústico en el local, que se complementa con un sistema de iluminación media baja proporcionada por lámparas colgantes.
El piso cuenta con un acabado óxido conseguido gracias al tratamiento del cemento pulido en dos tonalidades, que junto al piso tipo baldosas empastadas le dan la textura general a la circulación del salón. Todos los elementos del techo se instalaron de forma expuesta, con el objetivo de lograr la mayor altura posible. De esta forma, se diseñó un esquema ordenado de iluminación, aire acondicionado y tendido eléctrico.
Estos elementos evidencian que los aspectos técnicos también fueron parte de la decoración, ya que aportan una cuota industrial que favorece al concepto del espacio. Desde la entrada, puede observarse al final del salón principal una foto de Chicago ocupando gran parte de la pared, reforzando así el concepto urbano que se desea transmitir.
El local destaca también por los pequeños detalles que forman parte del diseño. Adornos artesanales como una pequeña motocicleta hecha a base de latas y chapas, entre otros, pueden apreciarse en varios de sus rincones; así como cuadros antiguos con anuncios de cervezas y vinos en las paredes.
Burger Factory fue implementado en un periodo de seis meses. Por el momento, funciona en un solo local, pero la administración planea abrir uno más el próximo año con la idea de plasmar una propuesta similar, estableciendo una conexión cercana con sus clientes.
Parte del área de mesas se encuentra revestida con ladrillo rococho y enmarcada en estructuras metálicas, mientras que al final del salón puede verse una foto a gran escala de la ciudad de Chicago. Todos los elementos del techo se instalaron de forma expuesta, con el objetivo de lograr la mayor altura posible.
Publicado en Ed. 33 revista Proyecta. Lima-Perú.
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