El arquitecto colombiano Camilo Restrepo es Fundador de Agenda/Agencia de Arquitectura situada en Medellín y es además docente invitado del curso Design Critic en Harvard Graduate School of Design. Ha arribado a nuestro país como uno de los docentes del Taller Proyectos I de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Ciencias y Artes de América Latina (UCAL). Se dio un tiempo para conversar con Construcción y Vivienda sobre los conceptos de ciudad, desarrollo y enseñanza de la arquitectura.
¿Cuáles son sus impresiones sobre su experiencia como profesor de arquitectura en la UCAL? Creo que es interesante por las diferentes metodologías de enseñanza. Es importante ser parte de este proyecto, en la medida que podemos ayudar a mirar las cosas desde otro punto de vista. Eso me parece que es ejemplar por parte de la universidad: asumir el riesgo de enseñar de manera diferente con recursos diferentes.
¿Cómo se da el contacto con la universidad? Con UCAL se da porque conocí a Manuel de Rivero, arquitecto principal de 51-1 Arquitectos. Al ser nombrado decano de la Facultad de Arquitectura de la universidad, me invita a ser parte de este proyecto. Viniendo de Manuel sabía que era una invitación interesante. Tuve interés en ser parte de una facultad experimental y lo es porque se están haciendo ensayos educativos importantes que pueden cambiar la estructura social y política del Perú en el futuro con los estudiantes que pueden salir de aquí. Son personas que van a tener una mirada diferente y eso es importante y enaltecedor para las profesiones que desempeñamos.
En cuanto a la educación, ¿cómo ha ido evolucionando ésta con los avances tecnológicos? Creo que por un lado ha evolucionado mucho porque hay una serie de instrumentos que nos permiten hacer procesos más cortos como sistemas de visualización y de representación de lo que es el espacio, logrando imágenes mucho más seductoras que cualquier método. Sin embargo, creo que hay una serie de elementos que no se pueden perder a pesar de estar usando sistemas digitales. Me refiero a que en la medida que uno es conciente de los procesos que uno hace, uno aprende más. Se puede ser más conciente cuando se dibuja a mano que con un computador. Considero que la necesidad de hacer maquetas y modelos no se puede perder, se debe mantener lo que uno hace con las manos porque permite a uno pensar y lograr otra relación con los materiales. Las pantallas pueden mentir, las maquetas no. Pienso que en el oscilar entre instrumentos digitales y elementos de la realidad, se construye un tercer saber que ya no pertenece ni a lo analógico ni a lo digital necesariamente, es una mezcla que puede permitir montar este tipo de instrumento.
ESTUDIO
¿Cuáles son las características del estudio que dirige? Es una oficina que está localizada en Medellín (Colombia). Nos interesan las decisiones que se toman alrededor del espacio. Eso nos lleva a pensar de muchas maneras y abarcar diversos territorios: arquitectura, diseño urbano, paisajismo, diseño industrial. Nos parece que en medida que el diseño aporta algo diferente a la vida, el arquitecto puede estar ahí. Tenemos proyectos de diferentes escalas como elementos de diseño industrial y ahora estamos interesados en los temas de la ruralidad.
¿En qué sentido? Estamos haciendo proyectos de agroindustria, que se relacionan con las zonas rurales de Colombia. Lo que hemos tratado de hacer desde nuestra investigación es que la ruralidad tiene muchas potencialidades. Queremos que estos espacios de agroindustria que estamos diseñando tengan un contenido de beneficio social, que sean no solamente para la producción de alimentos u otro tipo, sino que sean espacios que enseñen a aprender, espacios que estén abiertos a la comunidad y a los niños. Por ende, venimos mirando una innovación en los modelos de agroindustria para el campo.
¿Qué potencialidades tiene la ruralidad? La ciudad no se puede seguir entendiendo sin conectar con la ruralidad. Durante los últimos años la discusión siempre ha circulado alrededor de las ciudades y creo que hay que pensarlo como un sistema productivo. Considero que si estamos interviniendo las ciudades, también debemos intervenir lo rural para generar estabilidad. No todos deben migrar a la ciudad para buscar oportunidades.
¿Puede describir el proyecto Jardín Botánico que ha desarrollado en Medellín? Es un concurso que ganamos con J.Paul Restrepo y PlanB arquitectos. Nos pedían presentar un proyecto para la Exposición de Flores y eventos diversos. Lo que hicimos fue hacer unas estructuras que llamamos “árbol flor” que fueron estructuras metálicas cubiertas en madera para atender esta diversidad de espacios, sin construir un espacio cerrado. Nos pareció importante esta arquitectura de atmósfera, de aire, que fuera lo mismo estar bajo unos árboles o bajo esta estructura arquitectónica.
PERÚ
¿Qué conocimiento tiene sobre la arquitectura peruana? Llevo viniendo al Perú cuatro a cinco veces al año porque mi hermana vivía aquí. He tenido mucho contacto con la arquitectura y arquitectos peruanos de una generación cercana y otros un poco mayores. Creo que en los proyectos hay un interés muy fuerte por los materiales como por la tectónica y la estructura material de los edificios. Hay una calidad por el diseño interior que es muy importante resaltar y creo que se han dado proyectos que empiezan a tocar lo público de una manera fuerte e interesante.
¿Cuál es la diferencia que encuentra entre la arquitectura en Perú y Colombia? La diferencia más grande que veo es que en Colombia en los últimos años se ha privilegiado lo público sobre lo privado en la manera de implementar la ciudad. Incluso los políticos la entienden en el sentido de intervenir la ciudad en las áreas más necesitadas. El ejemplo de Medellín es uno de ellos, el ejemplo de Bogotá desde hace 15 años, ahora ciudades como Barranquilla y Santa Marta que quedan hacia la Costa Caribe han venido haciendo unos procesos de transformación urbana muy interesantes. Se ha privilegiado lo público con un argumento importante como el método de selección de arquitectos.
¿De qué forma se da? Colombia tiene un sistema de concursos públicos muy fuerte que no lo tienen acá. Contar con un sistema de concursos públicos le generaría muchos beneficios a Perú, a nivel político, económico, gubernamental y de desarrollo de la disciplina de la arquitectura. Piensen que la mayoría de las veces en el turismo lo que se hace es ver edificios, ciudades, independiente que la gente se arquitecta o no. Desde ese punto de vista, la arquitectura es una industria creativa, genera valor agregado y tiene valor cultural. En contraposición hay una diferencia muy grande, a pesar que en Colombia se le da valor al arquitecto, no se le da valor a la arquitectura como manifestación cultural. Colombia no tiene pabellón en la Bienal de Venecia, Perú sí lo tiene y es una diferencia interesante. Mirado a futuro, es algo que les va a dar buenos resultados.
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