Construir edificios con dispositivos sísmicos es ahora requerido por algunos inversionistas al proyectar un bien inmueble, pues no solo permite poner a salvo a las personas, sino a la propia estructura, tal como ha quedado demostrado en Chile, Japón, Estados Unidos y otros países de alta sismicidad.
En ese sentido el Estado, consciente de los graves daños que podría causar un terremoto, ha dispuesto desde el 2014 que los grandes centros hospitalarios y clínicas a construirse cuenten con estos sistemas de protección.
Los ingenieros Marcos Tinman y Alejandro Muñoz, directivos del Grupo Prisma Ingeniería (grupo de empresas especializadas en diseño de estructuras, consultoría en ingeniería sísmica y en supervisión de obras) e integrantes del Comité Peruano de Diseño Sismorresistente señalaron que esta medida se tomó por iniciativa de las autoridades del Ministerio de Salud, quienes reunieron al Comité y manifestaron sus puntos de vista sobre este tema.
Tinman agregó que lo ideal es que este tipo de iniciativas deberían ser replicadas en otros sectores del Estado. “Tal como sucederá con los nuevos edificios de la SUNAT en los que se está especificando el uso de disipación de energía”.
Los ingenieros indican que se ha dado un gran paso con la nueva norma peruana de Diseño Sismorresistente E.030 del 2016 que contempla el uso obligatorio de los sistemas de protección sísmica para establecimientos de salud.
“Con los sistemas de aislamiento sísmico se asegura el funcionamiento permanente de la edificación antes, durante y después de un fuerte sismo. La norma indica que los nuevos proyectos deben tener obligatoriamente aisladores sísmicos. Si por razones técnicas extremadamente infrecuentes no se puede usar estos dispositivos, se deja la posibilidad para emplear disipadores”, explicó Muñoz.
Dispositivos. Los sistemas de protección sísmica más empleados a nivel mundial son el aislamiento sísmico y la disipación de energía.
El ingeniero Muñoz indicó que desde hace varios años, en el mundo se vienen construyendo edificios con sistemas modernos de protección sísmica con el objetivo de reducir o eliminar el daño en la estructura y sus contenidos durante un sismo severo.
“El aislamiento sísmico consiste en desacoplar la estructura del suelo, mediante dispositivos llamados aisladores, para reducir la transmisión de las vibraciones del suelo al edificio. En los sistemas de disipación de energía se permite que ingrese energía sísmica al edificio y con dispositivos adecuados se disipa parte de esta energía”.
Con los sistemas de aislamiento se puede lograr reducir la demanda sísmica sobre la estructura en 80% a 90% respecto a un edificio convencional; a diferencia de los sistemas de disipación que logran reducir la entrada de energía sísmica solo en un 20% a 30%.
El ingeniero Tinman resaltó que no todas las edificaciones se pueden aislar pues se debe tomar en cuenta la relación existente entra la altura con la base. “La relación entre la altura y dimensión menor de la base no debe ser mayor a 3, pues se corre el riesgo de generar tracciones en los aisladores. Allí es recomendable el uso de los disipadores. En Chile están aislando edificios de 30 pisos, y aquí el edificio construido más alto con aislamiento es un multifamiliar en San Miguel de 16 pisos”.
Inversión. El ingeniero Muñoz comentó que en el Perú, incorporar un sistema de aislamiento representa una inversión adicional en la estructura de US$ 30 a US$ 50 por metro cuadrado. El costo de un sistema de disipación, generalmente oscila entre los US$20 a US$ 35 por metro cuadrado dependiendo del tipo de dispositivo.
Las normas de diseño sismorresistente a nivel mundial aceptan que los edificios convencionales tengan un daño importante después de un sismo severo; es decir, se acepta que luego de un terremoto los edificios puedan quedar en un estado irreparable y tengan que ser demolidos a condición que la estructura no colapse.
Edificio de viviendas Paseo Colonial.
Bajo estos criterios se diseñan los edificios en el Perú y en el mundo, ya que en caso contrario, la estructura podría ser inviable y de seguro muy costosa.
Sin embargo, el aislamiento puede, prácticamente, eliminar el daño a un costo muy razonable. Estimamos que en promedio, el propietario de un departamento estaría invirtiendo entre $ 2000 a $ 6000 adicionales por el sistema de protección sísmica que si considera la reducción, prácticamente total, del daño durante un evento severo.
Proyectos. Cabe indicar que más del 80% de las edificaciones con sistemas modernos de protección sísmica en el Perú han sido diseñado por Prisma Ingenieros en alianza con la empresa chilena Sirve. “Hasta hace tres años solo habían dos proyectos con disipación de energía. Hoy a raíz de esta alianza existen aproximadamente 30 proyectos con algún tipo de estas tecnologías”, dijo el ingeniero Muñoz.
Prisma ha diseñado con aisladores sísmicos el aulario y la biblioteca de la PUCP, las oficinas de GyM, los edificios de viviendas Atlantik Ocean Tower, Paseo Colonial y Madre, así como la sede de la Universidad de Tacna, el Centro Empresarial Cortijo, la clínica de Especialidades Médicas “San Borja”, la Clínica Hamilton Naki en Huancayo y los hospitales de Cerro de Pasco, Juliaca, Yurimaguas y Rioja.
Tinman agregó que en lo que respecta a edificios con disipación de energía tiene en su cartera de proyectos las Torres Barlovento y Orquideas, el Centro Empresarial Panorama, los edificios de oficinas República de Panamá, T Tower, Evolution, Javier Prado y Olguín.
El ingeniero Muñoz agregó que cada vez son más las empresas proveedoras que están ingresando al mercado peruano. “Nosotros somos un estudio independiente y no tenemos ninguna preferencia por alguna empresa distribuidora a la hora de hacer el diseño. Ingenierilmente proponemos la mejor alternativa para cada proyecto. Estamos interesados en promover estas tecnologías. Creemos que el proceso de aprendizaje colectivo tiene que ser liderado por los ingenieros y no por los representantes de los productos”.
Publicado en suplemento Diseño Antisísmico.
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