El reto es que todos los limeños tengan agua potable las 24 horas continuas. Eso es lo que plantea el Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de Lima (Sedapal) durante la nueva gestión que preside Rudecindo Vega, un conocido funcionario, que ha ocupado puestos importantes en los últimos tiempos. Hoy bajo la batuta del gobierno de Pedro Pablo Kucsynski asegura que hay mucho por hacer. Estima unos 17,000 millones de soles en inversión para alcanzar los objetivos al 2021. Sin embargo, comenta que para ello, se necesitan, entre otras cosas, modificar el Sistema Nacional de Inversión Pública, mejorar las normativas en inversión y contratación en temas de regulación, en temas ambientales, de presupuestos; así como la instalación de normas de control.
La propuesta del actual Gobierno, incluso desde la campaña electoral, es ambiciosa en cuanto al servicio de agua en la ciudad de Lima. ¿cómo arranca esta nueva gestión de Sedapal? El cambio sustantivo con esta nueva gestión es que hoy el tema del acceso del agua potable y alcantarillado es una prioridad del gobierno nacional, es un eje principal. Un segundo punto es que este compromiso no se queda en el aire, es una meta medible. Queremos llegar al 100 por ciento de cobertura en el servicio agua y saneamiento, las 24 horas del día. En Lima, aún existe un ocho por ciento que no tienen el servicio, un cuatro por ciento que tienen seis horas y otro ocho por ciento que tienen servicio 16 horas. Ya tenemos plazos señalados y lo que hay que hacer es ver los mecanismos para llegar a cumplir ese compromiso de gobierno.
¿Qué cosa hay que desarrollar? Hay que identificar los proyectos y el financiamiento. Existen aproximadamente 140 proyectos que están en el Plan Maestro Optimizado de Sedapal. Todos los proyectos representan una inversión de 17,000 millones de soles. Seguramente iremos sincerando el monto conforme pase el tiempo, pero ese es el monto inicial.
¿Eso será solo inversión pública? Son 17,000 millones de soles para los próximos cinco años que tienen que ver con cuatro fuentes de financiamiento. Uno son los recursos recaudados por Sedapal, que en este quinquenio deben estar bordeando los 2,000 millones, otros son 5,000 millones de transferencias del tesoro público; 5,000 millones por endeudamiento externo y los otros 5,000 deben ser de promoción de la inversión privada vía APP (Asociación Pública Privada).
¿Cuál es la situación de los proyectos? Hay algunos que ya están encaminados, otros en elaboración, otros ya están en ejecución y otros en su etapa inicial. Se trata de que los proyectos de este plan, cuya proyección es 30 o 40 años, lo abreviemos para hacerlo en el actual gobierno. Eso significa correr con lo que tenemos, hacer las obras complementarias para que esto funcione y, en tercer lugar, significa incluirlos en plazos más breves de maduración, en su diseño y ejecución.
NORMATIVIDAD
¿Se está trabajando en la forma de agilizar los tiempos? Se está culminando la estrategia financiera e identificación de proyectos. Y hay otro elemento donde se viene avanzando: cómo realizarlos en los plazos oportunos. Eso significa repensar o modificar una serie de cosas del marco normativo existente.
¿En qué consiste? Por ejemplo, si venimos conversando de la necesidad de hacer proyectos en los próximos cinco años, no podemos tener normas de inversión pública que nos lleven solo a estudios de pre inversión. Acaba el gobierno y no se hace nada. Para eso hay el compromiso del gobierno de modificar el Sistema Nacional de Inversión Pública (Snip) de tal manera que no nos pasemos más de un quinquenio solamente en ese tipo de estudios. Eso está muy avanzado. Además tenemos que hacer modificaciones en las normas de contratación, con el fin de tener empresas más sólidas que nos permitan culminar con proyectos en las mejores condiciones para no quejarnos de que tienen fallas o quedaron abandonados y llenos de juicios. Es tener mejores contratistas para tener mejores obras y que sean sostenibles. Así como hay mejoras normativas en inversión y contratación necesitamos en temas regulación, temas ambientales, de licencia de nomas presupuestarias, normas de control, de endeudamiento fiscal. Es todo un ajuste que permita que las obras se realicen en forma oportuna y en plazos que puedan beneficiar al ciudadano.
¿Cuánto va a tomar ese ajuste normativo? Todo no se hace de un día para otro. Estamos trabajamos en ese tema y tenemos avances sustantivos. En este momento no tiene ningún sentido tener los 17,000 millones, pero si a lo largo del quinquenio. Lo mismo pasa con el sistema normativo, las decisiones normativas también se van haciendo. Ahora hay una delegación de facultades, seguramente saldrán ahí y, las que no, las gestionaremos formalmente en el Congreso o en el Ejecutivo, pero se está avanzando.
¿Cómo está Sedapal internamente? Todo eso no será posible, si no se hace un ajuste del modelo y organización empresarial que hoy se tiene. Sedapal actualmente invierte aproximadamente 300 millones de soles por año. Eso es el 60 por ciento de su ejecución presupuestal, pero se necesita que invierta 3,500 millones al año, o sea, hay que dar ese salto. ¿Lo puedo hacer con esta organización? No. Tenemos que hacer una reorganización en términos externos e internos que nos permitan ser más eficientes en la realización de los proyectos, en la prestación de los servicios y, obviamente, tenemos que acercarnos a la comunidad. Hay procesos internos que hay que repensar. No puedo tener, por ejemplo, un montón de profesionales metidos en pre inversión, si lo que necesito es inversión y eso lo iremos ajustando.
Más agua y saneamiento. Obras de Cabecera que son dos presas más en la cuenca altoandina; canales para llegar a una segunda planta de tratamiento de Huachipa, que hay que hacerla. Luego hay que hacer más plantas de tratamiento; así como reservorios, comenta el funcionario.
INFRAESTRUCTURA
La solución para infraestructura de agua y desagüe involucra obras más allá de tuberías. ¿Hay proyectos al respecto? Hay que poner grandes troncales de agua y desagüe. Pero de dónde traemos el agua. En la época de lluvia almacenamos en la cuenca altoandina que está entre Lima, Junín y Pasco, luego lo traemos por canales y sifones hasta las plantas de tratamiento. Después de eso vienen las troncales primarias y secundarias. Esa cantidad de agua que almacenamos tiene que alcanzar para atender a los cerca de 10 millones de limeños, pero actualmente solo da para atender a los que tienen el servicio. Entonces hay que hacer más embalses, más presas y todo programado en los cinco años de gobierno.
¿Qué obras están programadas? Tenemos el proyecto Obras de Cabecera que son dos presas más en la cuenca altoandina; canales para llegar a una segunda planta de tratamiento de Huachipa, que hay que hacerla. De esa planta hay que llevar el agua a través de troncales al cono sur, que es el Ramal Sur. Pero también hay que entender que habrá 10 millones de limeños desechando agua, para eso habrá que hacer redes de alcantarillado. Luego hay que hacer más plantas de tratamiento. Hoy tenemos La Chira y Taboada que nos permite tratar casi el 90 por ciento de las aguas residuales, que hay que botarlas de manera limpia. Y en realidad, no deberíamos botarlas sino reusarlas, pero hay que levantar infraestructura para eso. Todo eso cuesta y no hay los recursos suficientes en la empresa, por eso hay que buscar otras fuentes de endeudamiento y apoyo de inversión privada.
INMOBILIARIOS
Una de las trabas que los inmobiliarios comentan es la falta de agua en zonas cercanas a la ciudad y donde se podría construir ¿Hay alguna propuesta o solución para ellos? En el caso de los que están dentro del casco urbano es menos complejo. Vamos a tener casos donde Sedapal no puede entrar porque no tiene los recursos para ingresar a una habilitación urbana. Entonces le decimos ¿tienes planificado hacer tal construcción? Nosotros te podemos autorizar siempre y cuando financies el proyecto de redes. Y no es que lo regales sino que lo asumimos como una contribución que luego lo vamos a reembolsar. Eso funciona, quizás lo que debemos mejorar desde el punto de vista interno son nuestros procedimientos y plazos.
¿Y hacia las afueras? El asunto se vuelve complejo cuando los proyectos habitacionales son en la periferia, por ejemplo, hay un proyecto enorme en Ancón, pero hay que llegar con tuberías trocales, eso está en proyecto. Además, cuando lleguemos hasta allá, tenemos que hacerlo con planta de tratamiento. Se vuelve más complejo porque está fuera del casco urbano y en zonas donde no estaba contemplada la infraestructura, pero ya hay que hacerlo. Otro punto son las playas en el sur de Lima. Ahora realizar inversiones en esas zonas es muy oneroso, entonces lo que se está haciendo es algo innovador, se está construyendo una planta desalinizadora, que permita atender a los distritos de San Bartolo, Punta Negra, Punta Hermosa y Santa María. Esto es una intervención en APP. El crecimiento de la ciudad debe de realizarse de mano con el servicio. La ciudad ha crecido desordenada no ha sido planificada y, lamentablemente, el acceso a los servicios siguen a ese crecimiento desordenado. Lo que quisiéramos con una política de Estado en materia de desarrollo urbano, es que se pueda orientar el tema de las viviendas y obviamente el tema de los servicios.
Otro punto importante es saber ¿cómo llegarán a las alturas, a los cerros? Estamos atendiendo con reservorios y hay un proyecto impresionante en varios sitios, entre ellos, el Cerro Camote, en Chosica; El Ermitaño, en Independencia; también en Ventanilla. En realidad, la tecnología y los proyectos existen para atender, el asunto es que pudiéramos hacerlo en todos los sitios donde se necesitan. Si la pregunta apunta a las zonas donde no se puede acceder por las condiciones de la zona, entonces yo me pregunto ¿esa gente de qué vive? Viven de alguna manera con agua y desagüe. Esas familias que están en la punta del cerro y donde no ha llegado el Estado, esa gente compra agua y la suben hasta la parte alta. Pagan agua más cara que un barrio residencial. Para esas familias ¿qué está haciendo el Estado? Nuestra propuesta es un programa social para familias pobres, que esperamos que en el primer semestre del próximo año se pueda implementar. No es posible que el metro cúbico les cueste 15 soles y a una familia de barrio residencial le cueste cuatro.
¿Cómo funcionará este programa? Mientras el Estado lleva el agua con la infraestructura pensada en los próximos cinco años, queremos hacerle menos penosa la situación. Sedapal le hará llegar agua segura a su sitio. Si tiene que ser subsidiado y tenemos que llegar con cisternas o pilones, lo haremos. Mientras vamos haciendo las obras, el Estado atenderá a la familia pobre.
¿Es un problema social? En realidad cuando uno se aproxima al tema del acceso al agua, podemos encontrar una serie de irracionalidades sobre las cuales se vive sin percatarse, sin tomar conciencia. No hemos hecho campañas educativas sostenidas masivas, me gustaría hacerlas para combatir las conexiones clandestinas que existen en la ciudad y en el país. Cuando hablo de esto, la parte sustantiva no está en los sectores más bajos sino también en las grandes empresas. Hay que convocar a una responsabilidad empresarial social y con el país. Una conexión clandestina no le roba a Sedapal sino al Estado y, por lo tanto, a todos nosotros.
Publicado en revista Proyecta Ed. 42.
Discusión sobre la noticia