El arquitecto Arturo Yep Abanto, quien recientemente asumió como decano nacional del Colegio de Arquitectos del Perú para el periodo 2017-2020, asegura que dará continuidad a los logros alcanzados en la gestión anterior, como la presidencia de la RAGA, que abre nuevas puertas a los profesionales peruanos. Por otro lado, enfatiza su postura en contra de la actual propuestas de la Simplificación Administrativa, al considerar que pone en riesgo la calidad de los proyectos en todo el país.
Habiendo asumido recientemente como decano del CAP, ¿Qué aspectos van a continuar de la gestión anterior? He sido vicedecano y, además, he acompañado toda la gestión anterior. Por ello, sé reconocer los logros más importantes que se han alcanzado. Cuando me refiero a este tema, me gusta clasificarlo en dos campos, el nacional y el internacional. A nivel internacional, y pese a ser algo desconocido en el propio gremio, se ha logrado que el Perú asuma la presidencia de la RAGA (Reunión de Arquitectos del Grupo Andino). Es un logro importante porque nos da la oportunidad de mostrar las capacidades que tenemos para promover el desarrollo de la profesión y compararla con el resto de países. Esto se da en un momento en que la arquitectura estaba algo desconectada de lo que sucede en el mundo, pero aún así hay una producción interesante que se puede mostrar.
Otra cosa que se ha logrado en el plano internacional es que el CAP se integre a la Unión Internacional de Arquitectos, así como a la Federación Panamericana de Asociaciones de Arquitectos, donde tenemos un asiento en la vicepresidencia. Esto nos da la oportunidad de compartir en una suerte de consejo directivo donde compatibilizamos políticas y actividades con países como Estados Unidos y Canadá. Tenemos el reto de demostrar por qué estamos allí.
PARTICIPACIÓN GREMIAL
¿Qué beneficios tiene para el gremio el tener un cupo en estas agrupaciones? Es importante porque, por un lado, podremos participar en foros y eventos a nivel internacional, y en ellos presentaremos producciones e investigaciones hechas en el país, no solo en el sector privado, sino también desarrollados en los colegios de arquitectura. Nos permitirá conocer el nivel en el que estamos e iniciar un intercambio con arquitectos de otras latitudes.
¿Cómo va a ser la gestión para promover los proyectos peruanos a nivel internacional? Vamos a reunir a los sectores de arquitectura y ver lo que está pasando, no en el sentido de que cada universidad investigue por su cuenta, sino de tal forma que se generen canales para que los mejores proyectos lleguen al CAP y nosotros ser los catalizadores.
En el último congreso de la Unión Internacional de Arquitectos, Costa Rica tenía un stand de exhibición pese a tratarse de un país chico. Eso demuestra que los directivos se esfuerzan en promover y seleccionar proyectos representativos a nivel internacional. Cuando establecemos esos parámetros hacemos que la arquitectura en general se levante. De la gestión del arquitecto Arispe quiero resaltar el haber tomado la iniciativa de invitar a todos los arquitectos del mundo al Perú para que puedan conocer Caral, una civilización desarrollada hace cinco mil años. La mayoría no lo conocía, todos sabían de Machu Picchu, solamente.
SIMPLIFICACIÓN ADMINISTRATIVA
Recientemente el CAP expresó su rechazo al decreto de Simplificación Administrativa, ¿Por qué cree que la medida no es favorable? Creo que se está promoviendo un concepto dañino para la población. Ellos entienden por Simplificación Administrativa la reducción de tiempo para elaborar un proyecto, incluyendo también los aspectos técnicos, casi hasta el punto de pensar que no corresponde hacer una evaluación técnica. Ese concepto en el fondo tiene una ideología absurda. La Simplificación Administrativa, como está, que atenta contra la calidad arquitectónica y contra el propio desarrollo del país a largo plazo.
¿Qué nos dicen los problemas de corrupción en los grandes proyectos del país? Que en aquellos que se hacen como parte de la inversión pública no requieren de aprobación, y los contratos son suscritos sin evaluación técnica. De ese modo el inversionista, en este caso extranjero, se respalda en un marco legal. Más adelante empiezan los vicios ocultos. Se van descubriendo como una caja de pandora múltiples deficiencias, lo cual conlleva un costo para poder superarlas. Se dan entonces los famosos adicionales que hoy se están popularizando como complemento con una adenda. Esto nos está matando a todos, porque al final lo termina pagando el país.
¿Dónde parte entonces la falla? Muchos argumentan que no necesariamente la simplificación es el problema sino los estudios con los cuales se lanzan las bases para las licitaciones… Podría ser, pero las bases tienen que ser hechas por técnicos. Estas deben ser claras, el castellano tiene un solo significado. No debemos caer en juegos de palabras porque eso da lugar a las adendas. Es necesario tener a personas responsables y moralmente serias en el Estado. Todos los profesionales que lo representan deberían pasar por una escuela de moralidad.
Aegura que el presidente de la República, Pedro Pablo Kuczynski, da muestra de una apertura creando el Consejo Consultivo del Ministerio de Vivienda donde participamos como CAP junto con el CIP, Capeco y la Federación de Trabajadores. Sin embargo, dice que un nuevo decreto les quita la facultad de revisores urbanos.
¿Cómo ha abordado el CAP este problema ético? Vamos a incrementar el curso de capacitación en el aspecto moral. Vamos a generar un debate sobre la ética para poder fortalecerla, porque lo que no se dio en casa o universidad lo tenemos que empezar a descubrir en el Colegio de Arquitectos. Nosotros tenemos representantes en las comisiones técnicas que realizan proyectos de habilitación urbana y edificación en todas las municipalidades del país.
Por ese lado también nos han llegado críticas del Ministerio de Vivienda, que de una forma atrevida dice que hay una inclinación natural del arquitecto a ser corrupto. Por esa razón insisten en implementar el sistema de Revisiones Urbanas, mediante el cual los proyectos ya no tengan que pasar por una Comisión Técnica, sino que serán evaluados por profesionales independientes. Esto es algo que va a generar un gran debate, ya que no estamos de acuerdo.
D.L. 1287
¿Esto es una propuesta o una ley aprobada? Ya ha sido aprobada con el D.L. 1287, que establece y fija la responsabilidad que tiene el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento para capacitar a los profesionales que quieran saber sobre zonas urbanas y también para acreditarlos. Para nosotros existe preocupación por este decreto emitido en el marco de facultades legislativas otorgadas por el Congreso, porque se desdice del diálogo que hemos tenido durante años con el ministerio. Nosotros consideramos que las capacitaciones, evaluaciones y acreditaciones tienen que estar a cargo del CAP. Esta posición se cristalizó a través del D.L. 1225, emitido también en facultades otorgadas al anterior gobierno. Todo lo trabajado durante esos dos años ha sido desconocido por el actual decreto.
¿Se han reunido con ellos después de la emisión de este decreto? Claro que sí. El presidente da muestra de una apertura creando el Consejo Consultivo del Ministerio de Vivienda donde participamos como Colegio de Arquitectos del Perú junto con el Colegio de Ingenieros del Perú, la Cámara Peruana de la Construcción y la Federación de Trabajadores. Con este consejo nosotros vimos una cristalización de ideas después de dos años de debate, sin embargo, nos cae un baldazo de agua fría al emitirse este decreto en donde nos quitan esa facultad. La pregunta es ¿acaso nosotros hemos demostrados que no somos capaces para aprobar los proyectos? En ese sentido nosotros vamos a plantear el nivel de excelencia a los delegados de la Comisiones Técnicas para demostrar al funcionario del Estado que ellos están equivocados.
¿Qué se ha planteado respecto a la ubicación de los revisores urbanos a nivel nacional? Nosotros hemos planteado que deben estar en los colegios profesionales, mientras que el ministerio dice que debe ser en oficinas particulares implementadas. Como reitero, no estamos de acuerdo con ese modelo, incluso cuando se aprobó originalmente en la Ley 29090 hubo un cuestionamiento por parte del CAP por inconstitucional.
En los últimos años al sector Construcción no le ha ido muy bien. ¿Cómo le ha ido al gremio? ¿Ha habido movimiento o se ha frenado un poco? El Colegio de Arquitectos no ha hecho encuestas sobre su nivel de satisfacción o participación en los proyectos, pero el sentir en términos generales es que está muy ocupado. La ocupación es un indicador de que se está trabajando y eso nos da un grado de satisfacción. Las muestras que nacen de las conversaciones con uno y con otro nos señalan lo mismo.
Nosotros invitamos a los amigos a que se sumen a la causa de colaborar con el Colegio de Arquitectos. No estoy dando una respuesta cualitativa. Esto no es malo, porque ahora para saber el nivel de satisfacción de un ciudadano se usa como indicador el grado de felicidad que siente, al margen de si tiene agua potable, alcantarillado, servicios municipales, entre otros. Todo ese conjunto de indicadores se resumen en el nivel de satisfacción de la sociedad.
Lo que sí puedo decirles es que hay gran interés de los arquitectos por mantenerse al día. En los últimos años nos ha tocado promover cursos de capacitación en diferentes especialidades, y hemos tenido resultados interesantes, con auditorios casi llenos. A nivel regional también existe un reclamo para que las capacitaciones y actualizaciones lleguen hasta otras ciudades, y en eso nos encontramos trabajando.
Publicado en revista Proyecta Ed. 43.
Discusión sobre la noticia