Luego de que fracasaron los intentos por subastar la planta metalúrgica, incluida una subasta de la unidad minera Cobriza que quedó desierta, los trabajadores de la planta metalúrgica La Oroya de Perú planean comprar el complejo minero para reactivarlo. Se supo que el complejo está paralizado por sus deudas y no ha completado su plan de modernización.
El complejo metalúrgico y su mina de cobre, en el centro de Perú, estuvieron en la década pasada bajo control de Doe Run Perú, una filial del estadounidense Renco Group, y ahora son administrados por una junta de acreedores conformada por el Gobierno, los trabajadores y un grupo de empresas acreedoras.
El líder del sindicato de trabajadores del Complejo de La Oroya, Luis Castillo, comentó que al declararse desierta nueva subasta del 9 de abril, se espera convocar a una nueva junta de acreedores a fines de abril o en mayo para definir una nueva subasta con precios bases más bajo hasta que se adjudique.
Al respecto, dijo que “los trabajadores van a comprar La Oroya; eso está definido. Nos deben 120 millones de dólares, somos acreedores de La Oroya. Estamos viendo la mina Cobriza también”, afirmó.
Por su parte, el director de la firma Dirige encargada de realizar las subastas, Pablo Peschiera, confirmó la intención de los trabajadores y manifestó que como acreedores pueden pedir comprar el complejo y la mina si es que se declaran desiertas las licitaciones hasta fines de agosto, cuando vence el plazo para su venta.
Castillo precisó que en torno al complejo metalúrgico esperan comprar “solos la planta” y para Cobriza están evaluando una sociedad con una empresa minera privada que no quiso identificar. “El plan es que el socio invierta 50 millones de dólares y nosotros 20 millones (de dólares) para comprar Cobriza”, dijo.
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