El CEO de la canadiense Barrick en nuestro país, Manuel Fumagalli, informó que la inversión aurífera comienza a salir de su sopor, alentada por el mejor precio del oro. Prueba de ello es la iniciativa de Barrick de invertir hasta US$ 700 millones para expandir su mina Lagunas Norte (La Libertad) y frenar el descenso de su producción en el Perú.
“Nuestro proyecto más importante ahora es la expansión de Lagunas Norte en dos fases. La primera se llama Proyecto de Mineral Carbonoso. Conlleva adicionar una unidad de molienda y lixiviación con carbón activado en tanques. Este año terminaremos la ingeniería de detalle para obtener el permiso de construcción y, de esta manera, poder presentar el caso de negocio al comité de inversiones de Barrick en Toronto a fin de año”, indicó en una entrevista para El Comercio.
“Si el proyecto se llega a aprobar, generará 600 mil onzas adicionales de oro, que extenderán nuestra producción en seis años. Estimamos que podría construirse en el 2019 y empezar a producir en el 2020 o el 2021. Y, en paralelo, tenemos una segunda fase que se enfoca en la explotación del mineral refractario sulfuroso, denominada Proyecto de material refractario, que actualmente está en estudio. Este proyecto podría estar produciendo desde el 2026, si es aprobado, y añadiría 2.2 millones de onzas de oro, a razón de 170 mil por año. La primera fase demandará 300 millones de dólares y la segunda, unos 400 millones de dólares”, dijo.
De otro lado, respecto al cierre de Pierina dijo que “el proceso va bien encaminado para que sea un referente de cierre de mina en el Perú y el mundo. Será el cierre más grande de la gran minería. Es un proceso largo, y estamos evaluando las opciones de generar actividades comerciales en la zona con posterioridad. El proceso de cierre de Pierina demandará 400 millones”, detalló.
Finalmente, dijo que existe la posibilidad de convertir Pierina en un lugar turístico, aprovechando la belleza paisajística de la Cordillera Negra. “La idea es desarrollar este proyecto a la par con el proceso de cierre, para que el público pueda visitarlo. Es un proyecto que será muy interesante. Esta etapa durará hasta el 2021 o el 2022, e implica el desmantelamiento de la infraestructura y la revegetación del tajo. Luego viene el cierre final, que comprende la estabilidad química por cinco o seis años. Y posteriormente vendrá la fase de monitoreo, que va más allá del 2026”, indicó.
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