Expertos del Instituto Nacional de Investigación y Capacitación de Telecomunicaciones de la Universidad Nacional de Ingeniería (Inictel-UNI) trabajan en el que será el primer georradar del país, con el objetivo de encontrar el cementerio escondido bajo las ruinas de la emblemática zona arqueológica de Caral.
El investigador principal del proyecto, doctor Mark Clemente Arenas, informó que el proyecto cuenta con el respaldo de Centro de Investigación de Radares Avanzados de la Universidad de Oklahoma (ARRC) y el financiamiento de Cienciactiva.
El proyecto tiene cuatro componentes, el primero es la construcción completa del “hardware” del radar. “Queremos hacer un modelo robusto que nos sirva como primer hito para luego desarrollar radares más optimizados y no solo georradares”, señaló Clemente.
El segundo componente es una modelización electromagnética de las ondas reflejadas en un terrero complejo como la zona arqueológica de Caral. El tercero es el procesamiento de las señales obtenidas. “Una vez que las hayamos adquirido se buscará generar un patrón georreferenciado que se correlacionará con la presencia de objetos de diferentes formas en el subsuelo, hasta lograr una imagen como las que conocemos comúnmente, obtenida con métodos computacionales”. El cuarto componente serán el trabajo de campo y la recolección de datos.
“La construcción de un georradar íntegramente en el Perú generará un precedente en el desarrollo de este tipo de dispositivos, que normalmente se compran del extranjero y están sujetos a las condiciones del fabricante, lo que resulta muy costoso; a la par de incrementar las investigaciones en diversas áreas del país”, puntualizó.
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