Una de las grandes ventajas de las casas prefabricadas es el menor tiempo de construcción. También llamadas industriales, abarcan un amplio surtido de soluciones, desde las grandes instalaciones de hormigón o acero («steel framing»), a las de madera o las móviles, pasando por las construidas a partir de contenedores, sea para uso unifamiliar, residencial, para oficinas, edificios públicos, etc.
El director del Gabinete Técnico del Colegio de Aparejadores de Madrid, Javier Méndez, señala que esta modalidad de construcción debe estar sujeta, por supuesto, a normativa (en este caso la española). “Salvo aquellas construcciones de escasa entidad constructiva y sencillez técnica que no tengan carácter residencial ni público, el resto deben satisfacer los requisitos de funcionalidad, seguridad y habitabilidad definidos en la Ley de ordenación de la edificación. El código técnico establece las exigencias de calidad que han de cumplir las edificaciones para satisfacer los requisitos básicos”.
Si se habla de seguridad, aspectos como el cumplimiento del Real Decreto 1247/2008, de 18 de Julio (Instrucción de hormigón estructural, EHE-08), para asegurar que el proyecto, ejecución y supervisión de las estructuras garanticen la seguridad, son fundamentales en el caso de la construcción con hormigón. Y de toma de tierra y pararrayos en el caso del hierro y acero, además del ajuste a normativa en la actuación de “cota cero” hacia abajo.
El director de operaciones de Neoblock (grupo Bauen), Guillermo Martínez, destaca las ventajas de este tipo de construcción (creada en su mayor parte en una enorme nave industrial): “Este tipo de trabajo, que se termina de implantar en obra, supone un considerable ahorro en costos indirectos, desplazamientos, dietas, gastos generales, etc, y cumple con los protocolos requeridos en fabricación, de control de calidad, de seguridad…”. Un proceso que, ante todo, supone un ahorro en tiempo y mayores posibilidades de personalización. «Una obra -señala Martínez- que duraría 18 meses la hacemos en ocho, incluso menos, con esta modalidad, a un precio medio por metro cuadrado de 900-1,200 euros, más alto cuanto mejor sea la calidad”.
En tanto, Antonio Sánchez, gerente de Custom Home, especializada en construcción a partir de contenedores marítimos, subraya que este tipo de edificación apuesta por la eficiencia y la sostenibilidad: “En construcción tradicional no se alcanzan certificaciones energéticas a un precio razonable, mientras que las construcciones como las nuestras parten de una certificación B (la primera es la A)”. El reciclaje de contenedores para convertirlos en viviendas o edificios marca una menor huella contaminante como en Inglaterra (con «Container City») u Holanda («Keetwonen», un complejo universitario de 1.000 departamentos).
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