Drops Roof, iniciática de la arquitecta española Elisabet González se basa en un conjunto de placas captadoras de agua que trabaja las 24 horas del día, de forma pasiva, y cubre totalmente la demanda de agua de la vivienda tanto para uso doméstico como para beber”, explica.
“Pero lo más interesante”, añade, “es que se puede volver a destilar las aguas grises y negras de la propia vivienda. Y la pérdida de agua en el sistema se recupera mediante la captación de lluvia y rocío. De esta manera se crea un ciclo cerrado por lo que el ahorro paga la inversión inicial en tan solo cuatro años”.
Estas placas se pueden adquirir por módulos de un metro cuadrado, y se pueden añadir o quitar según las necesidades del usuario. Una prueba se hizo la Es Mercadal (Menorca). Cada placa captaba más de 2,236 litros de agua al año, es decir, unos 6.12 litros /m2 al día. Así, para un consumo viable por persona de 100 litros diarios, se necesitarían instalar en el edificio únicamente 16 placas por persona.
Drops Roof es una propuesta para personas que quieran construirse una vivienda autosuficiente o para empresas que quieran ahorrar en el consumo de agua, sin embargo, la mayor demanda estaría en las viviendas situadas en zonas no urbanizadas y que necesitan un servicio periódico de agua.
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