La empresa estadounidense Studio Padron Architects diseñó una pequeña cabaña de bosque a modo de biblioteca y casa de huéspedes. La cabina de lectura minimalista se encuentra en Nueva York, posee una sola habitación y resulta ideal para tomarse un descanso, leer y relajarse.
Fue construida con restos de roble que se emplearon para una casa de campo principal. Según los arquitectos, “la estrategia para la casa se centró en preservar y transformar un material que de otro modo se habría convertido en residuo de construcción”. Levantarla tomó varios años, pues una vez recolectados, los troncos se dejaron a secar. Ese material se usó para paredes, techo, piso y estanterías.
Dos ventanas grandes dejan entrar luz natural, facilitando la lectura durante el día, y conectan además el interior cálido con los bosques que rodean la cabaña. La habitación tiene espacio suficiente para incluir una cama, un pequeño escritorio, un sillón para leer y una estufa de leña para mantener la calidez durante el invierno. Su exterior negro monolítico crea una presencia enigmática.
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