Un sistema de filtración simple en base al grafeno podría cambiar la vida de millones de personas en el mundo, pues demuestra que el proceso de purificación de agua puede ser rápido y efectivo. La iniciativa fue desarrollada en Australia, como una alternativa a los procesos actuales descritos como “lentos, caros e incapaces de hacer frente a contaminantes como aceite y detergentes”.
Según los científicos de la Organización de Investigación Científica e Industrial de la Commonwealth (CSIRO), las membranas de filtro de agua convencionales utilizadas en a purificación están hechas de polímeros y no pueden manejar una mezcla diversa de contaminantes.
El sistema emplea una película hecha de una capa delgada de grafeno llamada Graphair, que permite que el agua pase a través de nanocanales microscópicos en su superficie mientras detiene los contaminantes con moléculas más grandes.
Debido a su simplicidad, se cree que el filtro pueda aplicarse a una escala mayor, purificando y desalinizando el agua sin necesidad de aplicar los grandes procesos y múltiples etapas que se requieren en la actualidad.
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