Un equipo de arquitectos encontró la forma de adaptarse a las normas de edificación en una provincia belga que solo permite la construcción de edificios industriales. La solución propuesta fue utilizar las cubiertas de las fábricas como superficie para nuevas viviendas, a fin de contribuir con la creciente demanda residencial de la población.
El equipo de Delmulle Delmulle Architecten, a cargo de la propuesta, asegura que tanto las viviendas como las fábricas pueden funcionar de manera conjunta. “Utilizamos el edificio industrial en sí de manera flexible mediante la construcción de un volumen rectangular simple que se puede dividir en segmentos más pequeños para proporcionar un taller asequible para pequeñas empresas”, indica.
Las cubiertas de las fábricas utilizadas como lotes de construcción son impermeables al agua, mientras que las casas son construidas con métodos simples y económicos. Cuentan con marcos y entramados de madera, rellenos con aislamiento de celulosa y cubiertos con caucho sintético para techos. Esto permite un consumo reducido de energía.
Los departamentos cuentan además con vidrio de alto aislamiento y un sistema de ventilación con recuperación de calor, factores que contribuyen a su sostenibilidad. Según los arquitectos, la iniciativa es una muestra de eficiencia espacial y representa nuevas perspectivas respecto a los proyectos cotidianos.
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