Investigadores de la Universidad de Ciencia y Tecnología Rey Abdullah, en Arabia Saudita, se inspiraron en la habilidad que tienen algunos insectos para mantenerse a flote en el agua para crear nuevas membranas para desalinizar el agua del mar.
El equipo de trabajo tomó como ejemplo la actividad de los insectos conocidos como colémbolos, que pueden mantenerse a flote en la superficie del mar gracias a las microtexturas en forma de hongo que cubren sus cutículas, así como a los pelos que atrapan el aire de forma espontánea. Estas características fueron simuladas y dieron lugar a las membranas atrapadoras de gas.
Las nuevas membranas tienen poros especialmente diseñados para retener gases, lo que permite separar de forma simultánea el agua salada del agua pura, al tiempo que facilita la transferencia de vapor de un lado a otro. Este principio podría dar lugar a membranas desalinizadoras más eficientes y económicas a futuro.
El prototipo resultante tiene capacidad para eliminar el 100% de la sal en el agua durante un lapso de 90 horas seguidas. Los investigadores todavía tienen pendiente descubrir qué tan escalable es a nivel industrial.
Uno de los investigadores de la universidad árabe señala que ya existe un tipo de membranas de perfluorocarbono que son repelentes al agua, y que se emplean para un proceso de desalinización conocido como “destilación de membrana”. Sin embargo, esta opción es cara, no biodegradable y vulnerable a daños o incrustaciones. Es por ello que se optó por una solución más eficiente.
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