El presidente del Comité de Plásticos de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), Jesús Salazar Nishi, señala que existen espacios para desarrollar tecnologías más sostenibles, las cuales evitarían que material contaminante termine en botaderos, mares o ríos. Además, resalta la importancia de generar una cultura de reciclaje formal conectada con la industria, para lo cual asegura que es necesario contar con incentivos por parte del Estado.
Como presidente del Comité de Plásticos de la SNI, ¿Qué acciones se están realizando para regular la contaminación generada por este material? Actualmente, estamos colaborando con el Ministerio del Ambiente en la elaboración de una hoja de ruta de economía circular, en la que el plástico es un elemento fundamental. Consideramos que existen espacios para desarrollar mejores tecnologías, más ecoamigables y menos dañinas con el medio ambiente.
El plástico puede contaminar ya que es un material que no se degrada, entonces es necesario darle un uso adecuado. El problema es que no le damos una buena disposición final y tampoco reciclamos, por eso es que termina en botaderos, rellenos sanitarios, mares y ríos.
¿Pasa entonces por un tema de educación y cultura? Exacto. Como le comenté a la ministra, el plástico no camina ni vuela, es conducido por nosotros. Y tenemos la ventaja de que es un material cien por ciento reciclable. En otras palabras, la solución está en nuestras manos. Pero en el Perú el reciclaje en general es muy bajo, pues no llegamos ni al 2% de los residuos sólidos. Y en cuanto a plásticos solo se está reciclando botellas PET, cuando se puede hacer lo mismo con utensilios descartables, cubiertos, envases, bolsas o empaques flexibles.
Creo que el Estado debe hacer cambios fundamentales en políticas de residuos sólidos de lo contrario será imposible impulsar una economía circular en el país. Debe haber un compromiso mayor en brindar los medios y herramientas para poder generar una cultura de reciclaje en la población.
En cuanto a infraestructura, ¿En la actualidad, dónde se procesa y almacena el plástico? En la Sociedad hay una comisión de economía circular de reciente creación, la cual también estoy presidiendo. Hace poco visitamos dos lugares donde va a parar el plástico desechado: un relleno sanitario y un botadero. El relleno funciona bajo reglamentos técnicos, mientras que el otro lugar es clandestino.
En el país solo hay 32 rellenos sanitarios formales, mientras que hay unos 1,600 botaderos. Obviamente casi todos nuestros desechos sólidos se van a los botaderos. Ahí lo primero que se ve es plástico. Pero donde uno observa basura, en realidad hay dinero. Si cambiáramos todo ese plástico por su valor en dólares, todos se pelearían por recogerlo.
¿Por qué cree que no existe una cultura de reciclaje en el Perú? Yo diría que el principal problema es la informalidad. Se calcula que son unas 200 mil familias en el país que se dedican a reciclar, pero de manera informal. La pregunta es, si hay recolectores informales, ¿adónde llega ese producto? Obviamente no tiene un destino formal.
Si yo como industrial quisiera reciclar, tendría que comprarle el material al informal, pero no me dará factura, no tengo cómo contabilizarlo, entonces ahí queda la cadena. Existe una especie de premiación al informal, porque tanto las municipalidades como la Sunat saben de su actividad pero no han tomado medidas. Ellos podrían tranquilamente ayudar a formalizarlos como microempresarios. Imaginemos que cada uno de esos 200 mil aporte diez soles por la actividad que realiza, habría un ingreso adicional.
¿Hay un trabajo de sensibilización dirigido a los industriales? Sensibilizar al industrial es uno de los objetivos fundamentales de la SNI. Es necesario que tomen conciencia de que si sus procesos y productos no son ecoamigables, lo más probable es que su industria no sea sostenible. Si ese mensaje no cala en su conciencia, va a ser muy difícil hablar de industrias sostenibles en el país.
A la fecha venimos realizando varias actividades como visitas a rellenos sanitarios o asociaciones de recicladores para buscar conectarlos con la industria formal. Mi visión es tener una industria que esté conectada directamente con los microempresarios recicladores, que sean abastecedores de materia prima.
ECONOMÍA CIRCULAR
Nos comentaba que se está trabajando en una hoja de ruta de economía circular… Así es. Parte de los objetivos de la hoja de ruta es que las industrias se comprometan más con los procesos ecoamigables, que el Estado intervenga más y que los consumidores tengamos mejores prácticas de segregar en fuente, que es uno de los aspectos en que estamos fallando. Si el producto no sale de la casa ya reciclado, el problema es serio.
Por otro lado, sabemos que por ley no se puede reciclar en los rellenos sanitarios, por un tema de salubridad. Entonces tenemos que hacer algo antes que los desechos lleguen ahí. Podemos hacer una planta de transferencia intermedia entre los recolectores y el relleno, y que haya asociaciones que se dediquen a segregar. Nosotros queremos colaborar como industriales para generar mecanismos que permitan aplicar una economía circular.
¿Hay empresarios interesados en apostar por el tema del reciclaje? Es un tema complicado. Para un empresario es más rentable trabajar con materia prima virgen, porque con reciclados hay que invertir. Entonces surge la interrogante: ¿Cómo hago que el industrial se interese por el reciclaje pero sin que afecte los intereses de la empresa? Creo que el Estado puede considerar un incentivo para las industrias comprometidas con el reciclaje.
Para empezar, si tú compras un material reciclado, no debería pagar IGV. Ya pasó su vida útil y pagó un impuesto, entonces no tiene sentido volver a pagarlo, más aún si te está ayudando con un problema. Ese tipo de cosas debemos conversar.
NORMA TÉCNICA PERUANA
¿Qué tanto se ha avanzado en la implementación de normas técnicas relacionadas a la producción de plásticos? Hemos avanzado bastante. Las normas técnicas tienen la gran particularidad de dinamizar la industria. Desde que creamos el comité de tuberías plásticas hace 24 años, hemos ayudado a que la industria se formalice. Eso se debe a que los demandantes solicitan productos que cumplan la norma, entonces los constructores buscan tubos de mayor calidad.
También hemos contribuido a la renovación de tecnologías. Antes las normas solo tenían visión nacional, pero luego empezamos a ver qué pasaba en otros países y nos dimos cuenta de los diámetros, espesores y materiales que se utilizan. Es por eso que hoy tenemos normas técnicas para agua, desagüe, eléctricos, alcantarillados, canalizaciones, polietileno, PVC, corrugados, lisos, perfilados y un sinnúmero de tecnologías. Eso ha motivado a las industrias a que empiecen a innovar.
¿El cumplimiento de normas técnicas es obligatorio? No, en este momento es voluntario. Uno puede poner en su casa un tubo de papel si lo desea. Yo lo veo con cierta tristeza porque hay constructores en provincia que están haciendo obras importantes, que llegan a Lima a ciertos centros comerciales y se llevan tuberías que no cumplen con la norma y, por lo tanto, son más baratas. Luego cotizan con nosotros y nos dicen que es muy caro.
Las diferencia entre una tubería formal y una informal radica fundamentalmente en los espesores. El informal no llega a los espesores normados, por lo tanto, utiliza menos material y su producto es más barato, pero sin garantía ni calidad.
¿A quién le conviene esta situación? A las grandes mafias. Es bueno llamar a las cosas por su nombre. Decir informalidad no suena tan feo como decir ilegalidad. Y la verdad es que lo informal es ilegal, y esto en algunos casos podría tener aspectos delictivos. Lo que debemos hacer, por lo menos en el caso de tuberías, es que las normas técnicas sean obligatorias. No solo por un tema comercial, es también por seguridad. Si yo construyo en provincia un edificio de cinco pisos y utilizo tuberías que no son normadas, las estructuras podrían fallar por aniegos constantes.
¿Hay mucha diferencia entre un producto formal y uno falsificado o que no cumple con la norma? La diferencia radica fundamentalmente en los espesores. El informal normalmente no llega a los espesores requeridos, por lo tanto, utiliza menos material y su producto es más barato. La barrera de ingreso a este sector no es muy alta. Ellos usan máquinas extrusoras hechas en el Perú de forma muy artesanal y rústica, que funcionan en espacios reducidos y sin licencia, y les ponen la marca que desean. Nosotros convivimos con esa industria, que genera ventas nada despreciables.
A esto hay que sumarle la situación política del país, que nos ha llevado a una marcada desaceleración económica. Este año no he visto la cantidad de obras públicas necesarias para mantener nuestro sector en crecimiento. En PVC y tuberías hemos descendido alrededor de cuatro por ciento en agosto respecto al año pasado. El ruido político golpea mucho al sector y no creo que este año podamos remontar esos puntos negativos.
A veces la gente no sabe mucho sobre la actividad de estas sociedades… La gente podría decir que es una agrupación de gente que tiene dinero para hacer más dinero. Pero no, es gente que ha logrado hacer algo en el país y quiere aportar a su industria. No sé si me tocará verlo, pero me gustaría que mi país sea industrializado. Estamos locos por entrar a la OCDE (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico), pero para eso debemos mejorar varias cosas. No hay país del primer mundo que no tenga su industria desarrollada.
Cualquier empresario genera valor, pero el industrial demanda mano de obra masiva, además compra insumos, materia prima y maquinaria; transforma, tiene una oferta comercial y desarrolla varias industrias a la vez. Eso requiere apoyo del Estado, pero los gobernantes que han pasado no nos tienen en agenda. Lo que se ha movido es la parte comercial, TLCs con todo el mundo. Cada vez que firman un TLC siguen entrando productos a menor precio y se debilita la industria nacional.
Va a ser muy difícil que Perú llegue al primer mundo viviendo de espaldas a la industria. Tenemos que desarrollar valor agregado y desacostumbrarnos a ser un país exportador de materias primas, y en vez de eso, debemos generar valor agregado.
¿Usted tiene mucha actividad gremial? Así es. Yo soy presidente del Comité Técnico de Normas de Tuberías y Conexiones Plásticas, represento a la Sociedad Nacional de Industrias. Llevo 24 años ininterrumpidos normalizando sobre estos materiales. Además presido el Comité de Plásticos y la Comisión de Economía Circular de la SNI. El tema gremial es algo que me apasiona y creo que todavía hay muchas necesidades técnicas en nuestro país.
Publicado en Revista Agua y Saneamiento Ed. 12
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