Luego de ser implementada con éxito en Estados Unidos, el norte de Europa y Japón, los sistemas de construcción “Steel framing” y “Steel deck” aterrizan en Latinoamérica con el firme propósito de imponer sus ventajas frente a los sistemas constructivos tradicionales. Sus puntos a favor consisten en mayor adaptabilidad, menores plazos y menor desperdicio en obra.
Estos sistemas, que aún se consideran novedosos en la región, tienen al acero como insumo principal. En varios países ya han empezado a ganar terreno en el caso de viviendas y grandes edificaciones, ya que brinda una mayor eficiencia durante todo el proceso.
“Surge en Estados Unidos y luego se extendió a Europa y Japón. En Dubái las construcciones son casi en su totalidad de acero y vidrio. Ahora está desembarcando con fuerza en Latinoamérica”, explica Mikos Jorgensen, presidente de Jorgensen Building, empresa especializada en esta modalidad.
“El producto se está insertando cada vez más en el mercado porque demuestra que la construcción tradicional ya no es más la joya de la corona, no es más garantía de calidad. Los materiales han evolucionado y el cambio ha llegado a la forma en la que construimos nuestras casas”, añade.
El experto sostiene que una de las grandes diferencias de la construcción con estructuras y cubiertas de acero respecto a la construcción tradicional radica en que la primera no tiene restricciones al momento de diseñar los proyectos, gracias a su gran versatilidad.
En relación a los usuarios del “Steel framing”, dijo que “es gente que, tal vez, ha trabajado o estudiado un tiempo en el exterior, con la cabeza más abierta y dispuesta a hacer el cambio. Ellos entienden que golpear una pared y que no sea tan dura no es sinónimo de solidez, sino al contrario. Lo rígido se quiebra, los materiales modernos son más elásticos y duraderos”, explica.
Por su parte, el arquitecto Julio Oropel sostiene que se trata de un sistema de perfiles estructurales galvanizados, que luego quedan cubiertos con placas de revestimiento en su interior y exterior.
“Está en auge porque la construcción en seco fue aprobada desde el punto de vista estructural. Segundo, porque su mayor ventaja reside en su velocidad. Por ejemplo, una casa de 100 metros puede terminarse en un mes, lo que impacta en lo económico al calcular el costo por metro cuadrado”, precisó a Infobae.
Discusión sobre la noticia