El arquitecto italiano Stefano Boeri ha llevado el concepto de bosque vertical a la ciudad de Nanjing, en China. Para ello, ha diseñado dos estructuras capaces de proporcionar un soplo de aire fresco, ya que pueden producir hasta 60 kg de oxígeno al día mientras absorben dióxido de carbono.
Para lograr esta hazaña de purificación en el aire, la superficie de las torres cuenta con unos 1,100 árboles florecientes de 23 especies locales, así como 2,500 arbustos y plantas en cascada.
La torre más grande tiene una altura de 200 m, mientras que la segunda tiene poco más de 100 m. Ambas se elevan sobre el distrito de Nanjing Pukou. Se espera que esta zona lidere los esfuerzos de modernización en el sur de la provincia china de Jiangsu, que a su vez permitan desarrollar la economía.
La torre más alta cuenta con oficinas, un museo, una escuela de arquitectura verde y un club en la azotea. La segunda alberga un hotel de la marca Hyatt de 247 habitaciones y una azotea en la piscina. Asimismo, un podio de 20 m de altura incluirá tiendas, restaurantes y una sala de conferencias. Gracias a los balcones de los edificios, sus ocupantes podrán tener contacto con la naturaleza que prospera en las fachadas.
El arquitecto Boeri explica que las torres contarán con 600 árboles altos y 500 de tamaño medio creciendo en la superficie. Además, asegura que las plantas de la cascada ayudarán a regenerar la biodiversidad en el área.
Las torres verdes no son una novedad solo en China, sino en todo el continente asiático. Y es solo el inicio de un proyecto más amplio, pues la firma de arquitectura tiene como objetivo diseñar bosques verticales en ciudades como Shanghai, Ghizhou, Shijiazhuang, Liuzhou y Chongqing.
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