Las descargas de aguas residuales por parte de los usuarios no domésticos están delimitadas por la norma de Valores Máximos Admisibles (VMA), mediante la cual las EPS controlan la cantidad de elementos contaminantes que pasan a las PTAR. Al respecto, conversamos con el ingeniero Francisco Quezada, gerente de Gestión de Aguas Residuales (e) de Sedapal, quien además planteó iniciativas para tratar las aguas industriales, a fin de evitar mayores índices de contaminación en los sistemas de alcantarillado.
Entendemos por Valores Máximos Admisibles una serie de parámetros para regular las descargas de aguas residuales en el sistema de alcantarillado. ¿En qué casos se aplica esta norma? Aplica en los usuarios no domésticos, es decir, aquellos que tienen una empresa o que ofrecen un servicio. Puede ser una panadería, ferretería o una industria. Lógicamente que para el control hacemos una estratificación, ya que una ferretería no va a generar un desagüe industrial contaminante, pero solo por estar en un rubro comercial, ya es un usuario no doméstico.
¿Qué sucede cuando la empresa funciona en un local alquilado? Efectivamente, hay ciertos predios que son alquilados. En un momento puede ser una ferretería, pero de pronto pasan unos años y ahora es un restaurante. En estos casos, normalmente el representante es el propietario, y nosotros nos encargamos de hacer la actualización correspondiente.
¿Cuántos usuarios no domésticos tienen identificados Sedapal? Nosotros tenemos poco más de 1 millón 400 mil usuarios en Lima y Callao. De estos, cerca del 7 por ciento son usuarios no domésticos. Estamos hablando de 97 mil, y seguramente para este año se incrementarán a 100 mil. A esta cantidad de usuarios debemos aplicar y hacer cumplir la norma.
¿De qué entidad depende hacer cumplir los parámetros de VMA? Según el Decreto Supremo N° 010-2012-VIVIENDA, que ha sido actualizado, son las EPS de todo el Perú las responsables de hacer cumplir esta norma. Y nos fiscaliza la Sunass.
SITUACIÓN ACTUAL
La norma que establece los VMA se implementó en el año 2009, pero se dio un plazo para que las empresas puedan adecuarse hasta el 2013. Desde entonces, ¿Qué cambios se han observado? Efectivamente, en el año 2009 se promulgó el Decreto Supremo N° 021-2009-VIVIENDA, que estuvo inalterable hasta el 2013. La norma se dio con el objetivo de que en esos cinco años todos los usuarios no domésticos vayan acondicionando sus aguas residuales. Pero lo cierto es que esto no se llegó a dar. No tenemos ningún caso de empresas que se hayan adecuado en ese momento. Recién los clientes han ido enterándose cuando empezamos a registrarlos y aplicar penalidades.
¿Qué tan accesible es este registro para los usuarios no domésticos? Al comienzo, en el 2013, el proceso era un tanto engorroso. Uno de los principales problemas era que el usuario tenía que presentar, como parte de los documentos solicitados, un registro de su desagüe hecho por un laboratorio acreditado. Pero había muy pocos laboratorios que contaban con la acreditación de todos los parámetros que pedía la norma.
¿Las empresas tenían que hacer su propia medición? Exacto. Y ese era otro problema, ya que el usuario paraba su producción el día del análisis y dejaba correr agua limpia. Entonces en el registro figuraba que cumplían todo. Eso era absurdo, no representaba la realidad. Y aparte, los estudios costaban aproximadamente 3,500 soles. Era una gran inversión y en muchos casos eran negocios pequeños.
¿Cómo solucionaron esos inconvenientes? Hemos empezado a estratificar qué tipo de análisis debe hacer cada industria. Existe un código industrial a nivel mundial llamado CIIU (Clasificación Internacional Industrial Uniforme), mediante el cual, sabemos qué tipo de desagüe se debe tener según el tipo de servicio que presta cada empresa. Yo no le puedo pedir análisis de metales pesados a un chifa, por ejemplo. A ellos les pedimos parámetros como el DBO (demanda bioquímica de oxígeno) y grasas.
SANCIONES
¿Cómo se procede cuando se producen incumplimientos? ¿Qué sanciones se aplican? Depende. En caso de incumplimiento del anexo uno, que está referido a materia orgánica y grasas, lo que se hace es incrementar el cobro, lo cual no es propiamente una sanción. Si el cliente paga por un servicio de alcantarillado en el que debe botar hasta 500 miligramos por litro de DBO y sobrepasa ese límite, entonces se le cobrará más.
¿Y por qué tenemos que hacer ese cobro? Porque ese exceso va primero a una red, donde se puede sedimentar. Tenemos que hacer limpieza. Si se va a una planta de tratamiento, esa materia orgánica va a generar un lodo, el cual debemos disponer en un relleno sanitario. Eso eleva el costo de operación y mantenimiento.
Otro problema que se puede producir es que la cantidad de materia orgánica sobrepase la capacidad de la planta y nos obligue a construir otra. Un gran ejemplo de esto es la planta de tratamiento de aguas residuales de San Bartolo. En el año 1999, la DBO medida de esa planta era de 190 miligramos por litro, pero hoy está llegando al doble. Entonces ya no tiene capacidad. Eso obliga a transformarla en una planta más moderna, aumentando el equipamiento, personal, mantenimiento, entre otros. Esos costos operativos deben trasladarse a quienes arrojan más materia orgánica.
En el caso de incumplir el anexo 2 sí hay penalidades. Así es. En este caso la sanción no es económica, es el cierre. El anexo 2 está referido a metales pesados y sustancias contaminantes. Las plantas no están diseñadas para tratamientos de ese tipo, así que simplemente se pasan, por más buena que sea la planta. Eso genera contaminación al cuerpo, intoxicaciones, ya va por un tema de salud pública. También hay casos de aguas con alta temperatura y, en esos casos, las tuberías pueden colapsar. Normalmente esto aplica en las industrias, que deben tener sus sistemas de enfriamiento. Son pocos en ese contexto, pero esos son los criterios que aplicamos.
¿Qué proceso debe seguir una empresa sancionada para volver a operar? Hacer su tratamiento. También tienen la opción de declarar “no voy a verter al alcantarillado”. Pero esto abre paso a otro problema. ¿Cómo hacen entonces con sus aguas industriales? Contratan a una empresa que se lo lleve. ¿Pero adónde lo llevan? Eso ya no lo controla Sedapal, y no está claro quién lo debe hacer. Eso es algo que tenemos pendiente de corregir.
PLANTA DE TRATAMIENTO DE DESAGÜES INDUSTRIALES
Lo más probable es que viertan en los buzones de desagüe… Todos esos carros de saneamiento que sacan los lodos y los líquidos tiran todo a los buzones. Esa parte nos falta mejorar. Por ejemplo, un restaurante cumple con su compromiso de poner su trampa de grasa y contrata a alguien para que recoja sus residuos, para que al final los vuelva a tirar al buzón. Entonces no hemos hecho absolutamente nada. Tenemos que afianzar este círculo de control ambiental.
¿Existe alguna iniciativa concreta para enfrentar este problema? Tenemos la idea de hacer una planta de tratamiento de desagües industriales. Brindar un servicio, dar opciones. Que todas esas cisternas vengan y dejen de verter en los buzones. Estas empresas tendrían que realizar un pago para hacer de esta planta un proyecto sostenible y se convertirían en proveedores nuestros. Ellos nos traen los desagües y nosotros los tratamos.
Tendríamos que construir una planta química, porque existen desagües de químicos que hay que tratar mediante cierto tipo de procesos. Hay desagües orgánicos que deben ser tratados en una planta con sistemas para ese tipo de desechos. Para que esto ocurra es necesario innovar.
Desde que se han empezado a controlar los VMA, ¿Qué tanto ha variado la calidad de aguas residuales que ingresan a las plantas de tratamiento? Los registros indican que desde el año 2013, cuando empezamos a controlar los VMA, no ha disminuido la calidad de agua residual que ingresa a planta. Todavía tenemos que hacer depuraciones para poder verter el agua al río o al mar, porque de lo contrario inmediatamente van a crecer bacterias, generando un problema ambiental muy serio. Por eso es que cuando tratamos el agua retiramos esa materia orgánica.
En España, por ejemplo, la DBO que ingresa a una planta está en promedio de 250 miligramos por litro de agua; en Japón, la DBO es de 120 en promedio, lógicamente porque su nivel de alimentación es diferente. En el Perú el promedio es de 500, en algunas plantas llega a 700 u 800 en zonas domésticas donde el agua llega por horas.
¿Los VMA miden residuos sólidos? No. Hay que tener claro que nosotros no medimos las tuberías. Medimos lo que sale de las cajas de registro, justo en la salida del desagüe del predio. Pero es importante mencionar que la gente también usa los desagües para tirar residuos sólidos. Es un tema netamente social. A una empresa le encargan el mantenimiento de una pista, y en la noche cuando nadie se da cuenta, tiran todos los residuos del asfalto dentro del buzón. Utilizan los desagües como basureros y generan atoros.
INCONVENIENTES
¿Qué inconvenientes tiene Sedapal para el control de los VMA? Tenemos un problema ya desde hace varias décadas y es la falta de personal idóneo. Hoy por hoy somos muy pocos. Por ejemplo, para el control de VMA en todo Lima, solamente tenemos dos ingenieros nivel seis, además de cuatro obreros. Esa es una gran debilidad de todas las EPS. Estamos esperando que a través del Fonafe nos amplíen las plazas para poder funcionar de la mejor manera, porque de lo contrario tenemos que tercerizar y eso es complicado. Peor aún si hablamos de las EPS, donde ni siquiera cuentan con laboratorios acreditados. Es lamentable pero hay que decirlo, todo esto debe ser tomado como oportunidades de mejora.
¿Algo más que quisiera agregar? Quiero concluir señalando que hasta la fecha tenemos 33 mil usuarios no domésticos registrados, de los 97 mil que han sido identificados. Es un proceso complicado, pero con los nuevos cambios de norma vamos a acelerar. Hasta hoy, podríamos decir que el 50 por ciento cumple la norma y el otro 50 por ciento, no.
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