En la ciudad de Wuhan (China), donde se originó la propagación del COVID-19, se llegaron a construir hasta 16 hospitales modulares de emergencia para atender a los miles de infectados con el virus. Las medidas adoptadas en materia de salud han empezado a rendir sus frutos, ya que la tasa de infecciones ha empezado a disminuir.
El Ministerio de Salud de China informó el 18 de marzo que no registró ningún nuevo caso de contagio en todo el país, lo que supone el primer día sin nuevos infectados desde la propagación del coronavirus. Señaló también que en muchos centros de salud están siendo dados de alta los últimos grupos de pacientes.
Hospitales express
La construcción de los hospitales de emergencia en Wuhan llamó la atención en todo el mundo por la rapidez del proceso y su efectividad. El caso más emblemático fue el del Hospital Housheshan (Volcán), que se completó en apenas diez días, entre el 23 de enero y 2 de febrero, utilizando técnicas de arquitectura modernas. Un día después de su construcción, ya atendía a sus primeros pacientes.
El centro de salud cuenta con una extensión de 34,000 m2 y capacidad para 1,000 camas en total. La escala y velocidad de construcción fueron posibles gracias al uso de módulos prefabricados y la presencia de miles de trabajadores operando día y noche. No obstante, el proceso de diseño comenzó desde cero.
Según CNN, los elementos de la edificación fueron modelados previamente en el Hospital Xiaotangshan de Beijing, un nosocomio construido hace 17 años en solo siete días, con motivo el brote de SARS. Sin embargo, el diseño no fue el mismo de aquel proyecto, ya que las condiciones eran muy diferentes.
Consultado por el referido medio internacional, el médico Solomon Kuah señaló que uno de los elementos más característicos del hospital es la “cohorte” o zonificación de pacientes. “Es posible que tenga un ala donde las personas necesitan confirmar si tienen el virus y otra donde todos han dado positivo”, explicó.
Según indicó, las imágenes muestran largas salas rectangulares separadas, que se extienden desde un eje central, lo que podría reflejar las alas para diferentes niveles de contagio, con lo cual buscarían evitar la infección cruzada.
Un piso por día
Por su parte, el arquitecto español Ramón Araujo, señaló que el hospital de Wuhan está basado en técnicas norteamericanas, las cuales optimizaron con empuje, vitalidad y capacidad de organización, en base a un volumen de mano de obra ingente.
“Son estructuras metálicas prefabricadas que se unen con tornillos. Es posible levantar un piso cada día. Solo hay que colocar los módulos (fachadas y bloques de interiorismo) que vienen completamente montados, con sus ventanas y sus instalaciones. No van ladrillo a ladrillo, es lo más parecido a montar un vagón de tren”, explicó a El País.
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