Los techos verdes son una de las medidas más populares para reducir el efecto de las olas de calor de verano cada vez más frecuentes. La vegetación plantada en los techos mantiene los edificios más frescos al reducir el flujo de calor al interior o hacia los pisos inferiores y también reduce la cantidad de agua de lluvia que se descarga en las alcantarillas.
Según el periódico checo Hospodářské Noviny, un número creciente de propietarios de edificios en la República Checa cubre sus techos con pasto y otra vegetación, a fin de reducir los efectos del cambio climático. Al respecto, la ONG Svaz Zakládání a Údržby Želeně, que asocia a los arquitectos paisajistas del país, el año pasado había cerca de 250,000 m2 de superficie de techo verde, casi el doble que en 2016.
Si bien el número de techos cubiertos de vegetación en la República Checa sigue aumentando, su número sigue siendo muy bajo en comparación con otros países europeos, dijo Pavel Dostál, de la asociación de arquitectos paisajistas.
Mientras que en la República Checa, hay alrededor de 250,000 m2 de superficie de techo verde, en Berlín hay alrededor de cuatro millones de metros cuadrados y en Viena, alrededor de 2.6 millones.
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