El arquitecto costarricense César Oreamuno diseñó un refugio orientado a satisfacer las necesidades básicas de las personas ante posibles desastres naturales o crisis humanitarias.
Según describe, en la actualidad solo se traslada a los damnificados a albergues poco adecuados, razón por la cual propone unidades autoconstruibles, trabajadas bajo el concepto de “arquitectura de respuesta múltiple”.
La unidad ideada por Oreamuno consiste en cinco cubículos, tres de ellos móviles y dos rígidos, que conforman un sistema modular adaptable a escenarios, con distintas opciones de uso, de fácil instalación y emplazamiento, liviano, transportable, de alta resistencia y con capacidad de empacar y apilar.
El módulo de refugio tiene carácter temporal y cumple con los requisitos necesarios para atender necesidades básicas de comunidades en casos de emergencia, mejorando las condiciones de habitabilidad e incentivando el desarrollo poblacional.