Estudiantes de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), liderados por Luis Emilio Espinoza Hilario, diseñaron Puyuyacu, un sistema que automatiza el riego de cultivo para prevenir las heladas.
El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) afirma que la helada meteorológica se caracteriza por su duración prolongada, descenso brusco de temperatura hasta debajo de los 0 grados, sobre todo en las zonas andinas ubicadas por encima de los 3,000 metros sobre el nivel del mar.
En ese contexto, Puyuyacu es una máquina que cuenta con sensores de temperatura, humedad del suelo y del ambiente; mide la velocidad del viento, se recarga con un panel solar y activa un sistema de riego por microaspersión. Es como una pequeña estación meteorológica que puede detectar la presencia de la helada activando así la capa protectora de agua y manteniendo los cultivos con un microclima por encima de los cero grados centígrados explicó Luis Emilio, quien cursa el décimo ciclo de Ingeniería Eléctrica.
“Ya solo estamos esperando hacer unas pruebas en el campo que se retrasaron por la pandemia. Una parcela con Puyuyacu y otra sin ella. Vamos a obtener evidencia innegable. Además, ya estamos trabajando en incorporarle inteligencia artificial con lo que también podrá predecir las heladas ayudando a enfrentar el problema en los lugares donde hay carencia de agua y donde sabrán en qué momento preciso aplicar el abono foliar”, afirmó a la agencia Andina.
En cuanto a la inteligencia artificial, Luis Emilio, detalló Puyuyacu irá recolectando datos con todos sus sensores del clima y podrá aprender y pronosticar cuándo está próxima la llegada de la helada y así el agricultor sabrá en qué momento justo puede aplicar el abono para que sea efectivo.
El joven tarmeño contó además que, utilizar el agua -inundando alrededor de los sembríos, regulando así la temperatura del ambiente- para controlar las heladas, es una práctica que se usa desde hace siglos. Los Tiahuanaco lo llamaban waru waru. “Lo que estamos haciendo ahora es lo mismo, pero lo hemos automatizado para controlar detalles exactos, como saber el momento preciso del riego o la cantidad de agua necesaria”, dijo.
Finalmente contó que “el impacto va más allá de las heladas. Ya no tendrán que madrugar para ir a regar. Esto se hará automáticamente, organizando todo de una manera en que la junta de regantes no tenga conflictos y ahorrando hasta un 70 % menos de agua que si regaran mediante inundación”, puntualizó.