Del 2020 a junio del 2022, 1 millón 286,258 personas en todo el Perú sufrieron la interrupción de los servicios de agua potable y alcantarillado debido a 111 emergencias provocadas por fenómenos naturales, que dañaron la infraestructura de los servicios de saneamiento y detuvieron el normal abastecimiento, informó recientemente la Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (Sunass).
Estos eventos ocasionaron el corte de los servicios de saneamiento por un total de 1,536 días. Las lluvias intensas fueron las que más emergencias ocasionaron (48), seguida por los deslizamientos (31), inundaciones (13), sismos (8), huaicos (7), incendios forestales (2), contaminación (1) y tormentas eléctricas (1).
Asimismo, la población afectada por las emergencias y el corte de los servicios de saneamiento durante el 2020 y 2021 fue similar. En el 2020 fueron 611,561, en el 2021 ascendieron a 640,350, y de enero a julio de 2022 se registran 34,347.
La data, recopilada a través del Sistema de Monitoreo de Emergencias de la (Sunass, indica que el 94% de afectados por este tipo de sucesos se ubicó en zonas urbanas; mientras que el 6% en las zonas rurales.
En la mayoría de los casos, la afectación de los sistemas de saneamiento se presentó en los prestadores de las organizaciones comunales del ámbito rural, impactados con 53 emergencias, en tanto que las empresas prestadoras de servicios de saneamiento (EPS) por 42 y las unidades de gestión municipal – UGM por 16 fenómenos naturales.
La capacidad de respuesta de los prestadores ante estas emergencias se dio con más prontitud en las EPS, que lograron reponer el servicio en un promedio de cinco días. En las unidades de gestión municipal la demora fue de 17 días, en promedio. En tanto, las organizaciones comunales fueron las que tuvieron mayor dificultad para restablecer el servicio, llegando hasta 21 días, en promedio.
La Sunass, como regulador de los servicios de saneamiento, estableció que la gestión del riesgo de desastres se incluya en los planes optimizados de las empresas prestadoras, y está incorporando en los estudios tarifarios la creación de fondos de reservas y metas de gestión asociadas a la gestión del riesgo de desastres.
Es así como, en los últimos años, la Sunass logró que 48 de las 50 de las EPS, a escala nacional, cuenten con fondos para la gestión del riesgo de desastres, con excepción de Sedajuliaca S. A. y Agua Tumbes, que tienen pendiente formar un fondo de reservas con este fin.
Estas reservas, recaudadas a través de las tarifas que pagan los usuarios mensualmente, permiten planificar e implementar acciones para reducir los riesgos, prepararse y responder a emergencias que puedan afectar la continuidad del servicio y el abastecimiento con agua potable de la población, debido a la alta vulnerabilidad de Perú a los fenómenos naturales y al cambio climático.