En el Perú 3.1 millones de personas no cuentan con el servicio de agua potable. Cerrar la brecha de calidad de la infraestructura en agua (acceso al servicio de agua segura y disponible las 24 h/d) y saneamiento (las excretas son eliminadas de forma segura y tratadas posteriormente) le costaría al país cerca de 120 000 millones de soles, según los datos consignados en el Plan Nacional de Infraestructura para la Competitividad, informó la Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (Sunass), en el marco del Día Mundial del Agua, que se celebra cada 22 de marzo.
Las proyecciones estiman que en caso no se inicie un trabajo efectivo para acortar estas brechas, en 10 años, la cifra de peruanos sin agua se duplicaría.
Por otro lado, si el financiamiento necesario para cubrir las necesidades de saneamiento del país al 100%, dependiera solo del pago de los usuarios a través de los recibos mensuales de agua, nos tomaría 143 años el cumplir con estas demandas.
¿CÓMO VAMOS EN EJECUCIÓN?
La Sunass, como regulador del agua potable, hace el seguimiento de las inversiones, conforme a las metas de gestión que se aprueban en los estudios tarifarios de las 50 empresas prestadoras de servicios de saneamiento (EPS). En ese sentido, se detectó que estas solo ejecutaron, en promedio desde 2016, el 32% de lo proyectado, a excepción de Sedapal.
Estos bajos niveles de inversión frenan la ampliación y mejora de la prestación de los servicios de saneamiento, que se pueden traducir en mejoras como el incremento de la continuidad del servicio, instalación de nuevas conexiones domiciliarias, renovación e instalación de medidores, construcción de líneas de conducción para llegar a nuevos usuarios y construcción de plantas de tratamiento de agua potable y residuales, entre otros.
IMPACTO DEL SERVICIO EN DIVERSOS SECTORES
Sunass afirmó que la falta de acceso al agua afecta a todos los peruanos, con especial énfasis en el sector economía. Por ejemplo, si sectores como el de alojamiento, restaurantes, comercio y parcialmente manufactura, se quedasen sin agua por un solo día, habría pérdidas por S/ 1,930 millones, en todo el país.
Se ha comprobado que el agua protege la salud. La incidencia de casos de diarrea se reduce en 24% cuando los hogares en las zonas rurales consumen agua segura y potabilizada. En caso almacenen correctamente esta agua, el impacto positivo asciende al 29%.
Además, el acceso al agua potable mejora en 50% la salud de la mujer durante el embarazo, parto y puerperio. Permite su correcta hidratación, contribuye a aminorar la posibilidad de contraer enfermedades e infecciones y evita que cargue agua desde un punto de entrega hasta el hogar, por lo que el riesgo de aborto involuntario, parto prematuro o cualquier complicación disminuye considerablemente.
En el sector educación, si una institución educativa cuenta con servicios de agua potable y alcantarillado, la deserción escolar se reduce en 12.2% en primaria y 5,3% en secundaria.