El 26 % del agua (402 millones de metros cúbicos) que produjeron las empresas prestadoras de servicios de saneamiento (EPS) del país durante el 2022 provino de fuentes subterránea informó la Sunass.
En tanto, de las 50 EPS del país, 10 solo usan fuentes subterráneas para abastecer a la población de su ámbito, como es el caso de las empresas Emapisco (Ica), Emapavigs (Ica), EPS Municipal Mantaro (Junín), EPS Emsapa Calca (Cusco), entre otras. Asimismo, 42 EPS cuentan con fuentes subterráneas y superficiales (como ríos y lagos) y 11 solo usan fuentes superficiales para contar con el agua que distribuirán a la población
“El agua subterránea es un recurso estratégico, tanto para el abastecimiento de la población como para la atención de emergencias, como las que podrían producirse por el Fenómeno El Niño, su uso nos permite reducir nuestra vulnerabilidad ante periodos de sequía e incluso para adaptarnos a los efectos del cambio climático”, resaltó Fernando Chiock, especialista en gestión de riesgos y adaptación al cambio climático de la Sunass.
Agregó que, de 1,090 captaciones de agua usadas por las EPS, 944 son subterráneas (86 %). Y que, en el 2022, en el caso de Sedapal, las aguas subterráneas representaron el 19% del total de agua utilizada para abastecer a la población.
“Es importante que las EPS, siempre que sea posible, cuenten con diversas fuentes de agua, ya sea superficiales o subterráneas. El agua subterránea es menos proclive a la variabilidad climática y puede requerir menos infraestructura. No obstante, nuestro conocimiento sobre los acuíferos todavía es limitado, dado que no es visible. Ampliar la cobertura por medio de agua subterránea es una medida posible ante periodos de déficit hídrico”, agregó Chiock.
LIMA
Al año 2022, de los 416 pozos de agua subterránea que opera Sedapal, 275 están en operación y 111 en reserva para activarse ante cualquier contingencia, como un sismo de gran magnitud o fenómeno natural importante como El Niño. Es importante saber que cada pozo formal ubicado en Lima tiene una licencia de uso y un volumen de agua máximo permitido para extraer.
Cabe indicar que la Sunass fijó una tarifa para el monitoreo y gestión de aguas subterráneas para que Sedapal pueda realizar acciones de observación, medición, registro, procesamiento continuo de la información de las aguas subterráneas e identificación de usuarios clandestinos.
Estos fondos también permiten la formulación de proyectos para la búsqueda de nuevas fuentes de aguas superficiales, recarga artificial del acuífero Rímac, pozos de monitoreo, actualización de modelos matemáticos para los acuíferos, entre otros, con el fin mantener las condiciones de equilibrio en los acuíferos Chillón – Rímac – Lurín, que constituyen una importante reserva de agua que debe ser preservada y regulada para asegurar su sostenibilidad.
Esta información se resaltó durante el foro “Retos y agenda pendiente en la regulación de las aguas subterráneas” organizado por la Sunass y la Maestría en Regulación de los Servicios Públicos de la PUCP, realizado para fortalecer la valoración y gestión sostenible de los recursos hídricos subterráneos.