Según un estudio presentado por el Grupo de Análisis para el Desarrollo (GRADE) por encargo de ADI Perú, la autoconstrucción de viviendas en el Perú mueve alrededor de S/ 25 mil millones al año, lo que equivale al 4.1% del Producto Bruto Interno (PBI) nacional. Sin embargo, es un fenómeno que necesita mayor atención del sector público y privado debido a que su proceso de edificación es mayoritariamente informal, con altos costos y sin la seguridad estructural adecuada.
El estudio revela que el 71% de las viviendas en el Perú urbano han sido, o están siendo, autoconstruidas, y que actualmente, hay 2.9 millones de viviendas en proceso activo de autoconstrucción, de las cuales 1.6 millones son de material precario y 1.3 millones están en fase de edificación con material noble. Casi la totalidad de estas viviendas (94%) son construidas por maestros de obra sin estudios técnicos, resultando en construcciones de baja calidad y con alta incertidumbre estructural.
Contrariamente a la percepción común, el costo de autoconstruir es un 33% más caro por metro cuadrado comparado con la construcción formal. Además, en promedio, una familia gasta S/ 190 mil para construir su vivienda, con S/ 44 mil destinados al terreno y S/ 146 mil a la construcción. Este alto costo, a pesar de la falta de trámites legales y permisos formales, resalta la ineficiencia económica de la autoconstrucción.
16 años para tener una vivienda autoconstruida
Asimismo, se indicó que la mayoría de las familias (70%) financian su vivienda exclusivamente mediante ahorros, realizando la construcción en un promedio de 21 etapas debido a la dificultad de volver a juntar el dinero necesario y llegan a gastar alrededor de S/ 6,700 en cada una. Este proceso prolongado afecta la calidad de vida, obligando a las familias a vivir en condiciones precarias en promedio durante 8 años y 8 años adicionales en plena construcción.
Entre las pocas familias que logran recurrir a créditos bancarios, el 92% lo hace mediante créditos de consumo con altas tasas de interés, mientras que solo el 2% obtiene créditos hipotecarios. Esto, a pesar de que más del 90% de las familias que construyen con material noble ya tienen título de propiedad. Además, menos del 4% recibe algún apoyo del Estado, subrayando la falta de acceso a financiamiento formal y asistencia técnica.
Como conclusión se indicó que la autoconstrucción es el principal medio de producción de vivienda en el Perú y la considerable inversión de las familias en este proceso, aunque en varios aspectos informal, demuestra una facultad importante de ahorro y gasto, que se calcula en una capacidad real de pago promedio de S/ 1,550 mensuales, por 8 años.
El estudio afirmó que es crucial que tanto el sector público como el privado presten mayor atención a este fenómeno. Crear políticas y programas que faciliten el acceso a financiamiento formal, asesoría técnica y servicios de construcción profesional no solo mejorará la eficiencia y seguridad de las viviendas autoconstruidas, sino que también optimizará el uso de los recursos económicos de las familias, mejorando su calidad de vida y promoviendo un desarrollo habitacional ordenado y sostenible.