Con el objetivo de mitigar los riesgos de inundaciones y mejorar la calidad de vida urbana, el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento (MVCS), a través del Programa Nacional de Saneamiento Urbano (PNSU), informó que viene promoviendo el desarrollo de infraestructura verde como parte integral de los sistemas de drenaje pluvial en diversas ciudades del país. Actualmente, se están incorporando estas soluciones en proyectos de las ciudades de Zarumilla (Tumbes) y Tambopata (Madre de Dios), donde se evalúan intervenciones como veredas verdes descendidas y jardines de lluvia dentro de los perfiles técnicos.
Según el MVCS, la infraestructura verde se basa en soluciones naturales que, integradas con tecnologías urbanas, permiten gestionar el agua de lluvia de forma sostenible y eficiente. Estas intervenciones no buscan reemplazar a la infraestructura tradicional (o “gris”), sino complementarla, contribuyendo a reducir la presión sobre sistemas como tuberías y colectores pluviales, y disminuyendo significativamente el riesgo de desbordes e inundaciones.
Las soluciones que promueve el MVCS incluyen:
- Jardines de lluvia: zonas vegetadas diseñadas para capturar, filtrar y absorber el agua de escorrentía superficial, promoviendo su infiltración natural.
- Drenes filtrantes: zanjas rellenas de material permeable (como grava o piedra) que conducen y filtran el agua proveniente de superficies impermeables.
- Alcorques de infiltración: áreas alrededor de los árboles que permiten absorber el agua de lluvia y favorecer la recarga de acuíferos.
- Cunetas verdes: canales con vegetación que captan, conducen e infiltran el agua de escorrentía de forma natural.
- Veredas verdes descendidas: franjas de vereda diseñadas con pendiente hacia zonas ajardinadas o permeables, que capturan el agua de lluvia para su filtración y absorción.
El MVCS resaltó que la incorporación de infraestructura verde representa una estrategia clave para construir ciudades más resilientes frente a eventos extremos como lluvias intensas, al tiempo que ofrece múltiples beneficios ambientales y sociales: mejora la biodiversidad urbana, contribuye a la mitigación del cambio climático, genera espacios públicos saludables y mejora la estética del entorno urbano.
En paralelo, el ministerio indicó que viene elaborando propuestas normativas y técnicas que permitirán fortalecer la gestión del drenaje pluvial urbano sostenible, fomentando la participación activa de gobiernos locales, técnicos y ciudadanía. Estas medidas buscan asegurar intervenciones que respondan a las características de cada territorio y que se integren con los planes urbanos de desarrollo.