El diseñador israelí Jair Straschnow, en colaboración del diseñador danés Gitte Nygaard, empleó tubos metálicos y mangueras de bombero recicladas como elementos alternativos para sentarse o jugar, y en base a estos implementaron una instalación al aire libre en un paseo marítimo en la ciudad de Copenhague (Dinamarca).
Para la creación del espacio público, Stratschnow y Nygaard se basaron en el concepto de “Juego”, pues se trata de una actividad natural y voluntaria que evoca sensaciones de placer, recreación y libertad, sin que incluye intereses materiales. El término suele asociarse con niños y actividades infantiles, por lo que se agrandó la escala de los elementos.
Por lo general, las instalaciones destinadas a adultos contienen diversos tipos de asientos, pero en esta propuesta se suma el bienestar que produce el juego. Por ello, las mangueras funcionan como columpios de tela para colgarse, flotar, balancearse y estirarse. También pueden servir como hamaca a fin de tomar un descanso, entre otros usos.
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