El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) organizó el evento “Hidro Perú 2030” donde dio un balance sobre el sector de agua y saneamiento en nuestro país, enfocándose en los riesgos si no se realizan prontas mejoras. En la cita participó también el presidente de la República, Pedro Pablo Kuczynski.
Algunos países como Arabia Saudita viven de la venta de petróleo, otros países como China de la exportación de manufacturas. Perú es distinto porque la economía nacional funciona mediante el agua, específicamente, por sectores como el agrícola.
Contexto
De acuerdo a los datos proporcionados por Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Perú es uno de los 20 países más ricos del mundo en recursos de agua, sin embargo, sufrirá un peligro hídrico en los próximos 15 años. Comparte muchas características con sus vecinos de América Latina (esta zona posee un tercio del agua dulce accesible en el planeta) pero al igual que otros países de la región, hay zonas de gran abundancia y otras de extrema escasez.
En la costa de Perú, donde vive el 63% de la población, tiene apenas el 2% del agua dulce disponible; mientras que en la selva donde habita el 10% de la población peruana se encuentra alrededor del 90% del agua dulce del país. A esta disparidad se agrega el cambio climático, fenómeno global que genera el incremento promedio de las temperaturas del planeta provocando sequías e inundaciones, con consecuencias económicas y sociales.
Algunas proyecciones indican que la mayoría de los nevados situados arriba de los 5,000 msnm podrían desaparecer para mediados de este siglo. Esto traería consecuencias funestas para los recursos humanos y el agrícola.
Lima
En Lima vive un tercio de la población peruana y como muchas ciudades en el mundo, atrae sus aguas de un río, en este caso el Rímac, cuyo nombre se deriva de él. Por su estrés hídrico, Lima es la ciudad más grande del mundo asentada en un desierto. Si bien también se considera a El Cairo en Egipto porque tiene una mayor población, el río Nilo es mucho más caudaloso que el Rímac.
Más del 55% de agua que llega a Lima proviene del túnel transandino que traslada agua de valles y cuencas, atravesando zonas de alta actividad sísmica. La institución internacional se pregunta qué pasaría si en los próximos 15 años no se realizan acciones para mejorar el acceso al agua.
Podría ocurrir un terremoto que genere un derrumbe del túnel, dejando en emergencia a la ciudad durante meses y algunas zonas perderían el abastecimiento por completo. La economía de la ciudad se vería afectada y se originarían disturbios y protestas.
Una alternativa es la diversificación de las fuentes de agua gracias a los avances tecnológicos, especialmente en materia de desalinización. Si bien esta técnica era demasiado cara en sus inicios, se ha reducido en los últimos cinco años. Incluso, Lima planea implementar una planta desalinizadora en el sur de la ciudad.
Otra opción que propone el BID es la reutilización de aguas residuales, incluso de menores costos que la desalinización. Mencionó que en algunas zonas de Estados Unidos como condados de California se ha aplicado desde hace 20 años y el caso más exitoso ha sido Israel que trata el 80% de sus aguas residuales.
Según cifras oficiales del Plan Nacional de Saneamiento, entre 2011 y 2014 la cantidad de hogares con acceso a redes de agua incrementó del 77% al 86%, pero solo el 88% de los hogares accede a agua potable durante 17 horas diarias.
Pucallpa
Pucallpa se encuentra a aproximadamente 750 km de Lima pero en lo que respecta a disponibilidad de agua, está al lado completamente opuesto de la capital. Mientras Lima recibe en promedio 6.4 mm de lluvia al año, en Pucallpa puede caer la misma cantidad en solo un día.
Por ello, el suministro de agua sería uno de los últimos problemas de la ciudad. Sin embargo, el servicio municipal solo abastece a la mitad de sus 200,000 habitantes. La otra mitad lo hace a partir de pequeños proveedores informales que explotan polos individuales y distribuyen el agua a través de precarias tuberías.
Además, existen varios desfogues que contaminan el río Ucayali, obligando a que la toma de agua del río se realice a varios kilómetros de la ciudad, encareciendo así el suministro. A este problema hay que sumar la falta de tratamiento de aguas servidas.
De no tomarse medidas, el BID pronostica que en los próximos 15 años habría un aumento de la población y una mejoría en la actividad económica, gracias al desarrollo de infraestructura, transporte y logística, pero en el 2030 estaría en la paradoja de estar completamente rodeado de agua, sin una sola gota de agua para beber.
Hace unos años un estudio recomendó la participación del sector privado en los servicios de agua potable de Pucallpa para mejorarlo; sin embargo, la situación de la empresa municipal era tan precaria y su gestión tan deficiente, que no resultaba atractiva para ningún operador del sector privado. Por ello, la entidad estatal indica que en muchas ciudades del Perú el problema no es la falta de recurso, sino la falta de capacidad técnica para viabilizarlo.
Ica
Ica es una de las regiones más pujantes, cuyo desarrollo económico está liderado por la exportación de la uva, el espárrago, la nuez, el algodón, el mango y la palta, entre otros productos. Por lo tanto, es imprescindible que cuente con agua. Ahora los agricultores del valle de Ica ya no utilizan el agua del río para riego, sino la obtienen de la napa subterránea.
No obstante, de no darse un buen manejo, podría provocarse, como en otras ciudades desérticas, que la extracción de agua supere la capacidad de los desiertos acuíferos, problema que se sumaría a la falta de tecnología para tratar las aguas residuales.
Además, el organismo precisa que algunos mercados como el europeo son muy exigentes con respecto a la calidad de agua para los cultivos y si no se cumplen, podría perderse ese mercado.
El BID señala que el agua es un tema crítico tanto para el desarrollo económico de nuestra región así como el bienestar de la población. De acuerdo a sus datos, el 70% de energía eléctrica proviene de fuentes hidroeléctrica y el 80% de productos agrícolas dependen de las aguas de lluvia. Además, el cambio climático está afectando no solo la calidad sino la disponibilidad de los recursos hídricos.
Gobierno peruano
Como colofón del evento se realizó una conversación entre el presidente de la República del Perú, Pedro Pablo Kuczynski, y el presidente del BID, Luis Alberto Moreno sobre este tema.
El presidente recalcó que hace unos años creó una ONG llamada “Agua Limpia” que recibió apoyo del BID y de empresas canadienses. La institución logró conectar unas 360,000 personas con costos bajos. Pero que ahora la meta como mandatario es dar acceso a agua y saneamiento a todos los peruanos, lo que se lograría en 7 años.
Explicó que la mayoría que no tiene acceso a agua paga S/ 5.00 a S/ 6.00 por medio metro cúbico (1 barril o S/ 10.00 por un barril mientras que aquel que lo recibe de Sedapal solamente abona S/ 2.00. “Es decir el sistema de agua potable es un subsidio para los ricos y una carga a los pobres, eso hay que atender”, menciona.
Precisó que en el Perú las empresas prestadoras de servicios de agua y saneamiento (EPS) están perdiendo dinero a través de fugas en el orden del 50%, por ello, subir las tarifas cuando la mitad se desperdicia no es la solución. Plantea reducir las pérdidas a través de un premio del buen pagador al usuario que pague puntual. Esto consistiría en un descuento de entre 15% a 20% y, posteriormente, una acción de la empresa. Menciona que para resolver los conflictos en el tema de agua se requiere participación local en la EPS combinado con estándares locales e internacionales.
Por otra parte, una de sus propuestas es que en la franja occidental de los Andes de la zona sur, se cree el Bosque Azul. Se lograría una franja de reforestación entre 3,800 a 4.200 msnm que permita traer la lluvia de los glaciares que se están retirando debido al alza de la temperatura. “Si lo empezamos hoy, en el 2030 empezaremos a ver cambios”.
Publicado en revista Proyecta Ed. 40.
Discusión sobre la noticia