Una reciente propuesta tecnológica busca obtener fertilizantes de uso agrícola a partir de aguas residuales y biosólidos. Bajo la premisa de reducir costos energéticos y depurar las aguas, investigadores de la Universidad de Aalto de Finlandia han desarrollado un sistema capaz de extraer el 99% del nitrógeno presente en la orina y entre 90%y 99% del fósforo, con un consumo energético mucho menor.
La propuesta se basa en aumentar el pH del agua a través de hidróxido de calcio, para luego extraer amoníaco gaseoso, un ingrediente empleado para crear fertilizantes químicos (sulfato de amonio). A este proceso se añade el uso de sales de calcio para precipitar el fósforo, otro componente de los fertilizantes industriales.
Si bien se trata de un sistema novedoso que puede brindar grandes ventajas, sus creadores prefieren mantenerse cautos. Tal es el caso del profesor Riku Vahala, quien asegura que es necesario realizar más pruebas con otros tipos de aguas residuales, además de completar un proceso de patentes que permita integrar el proceso en plantas de tratamiento de residuos que funcionen en la actualidad.
Se sabe que el uso de biosólidos en la agricultura puede resultar dañino para la salud por la acumulación de metales pesados en el organismo. Ante ello, el Masdar Institute de Emiratos Árabes Unidos propuso un sistema que elimina el 90% del zinc y 60% del cobre de los residuos que van a parar a sus plantas depuradoras.
El proyecto fue dado a conocer en el año 2016 en la revista Scientific Reports, y en la actualidad se sigue evaluando su viabilidad comercial. De aprobarse su implementación, se podría retirar una cantidad importante de metales pesados que a la fecha terminan en vertederos.
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