El crecimiento económico genera una mayor necesidad de materias primas para la producción de bienes. En una economía lineal, el producto tiene un inicio y un final, pero en un modelo circular los residuos se recuperan y se reúsan de forma continua, favoreciendo al medio ambiente. Esta alternativa, dirigida a la administración del agua, puede llevarnos a repensar los procesos tradicionales, identificando oportunidades para una gestión más sostenible.
La economía circular propone un cambio en el modelo lineal de producir – usar – tirar por el de reusar – reciclar – recargar. En la práctica, consiste en producir determinados bienes con lo mínimo indispensable y, cuando sea necesario, optar por la reutilización de sus elementos en vez de desecharlos.
A fin de que los materiales de un producto puedan volver a la naturaleza sin generar daños al medio ambiente, lo ideal es que estos sean biodegradables. Este procedimiento resulta rentable para las empresas, ya que al reutilizar recursos ya no deberán crearlos desde cero.
“Lo que propone la economía circular es volver a la mesa de diseño. Si tenemos un producto hecho de forma tradicional puedes reciclar algunos de sus componentes. Pero si lo diseñamos con productos que sabemos que se podrán reutilizar, el ciclo se hace perfecto”, explica Rodolfo Añez, director técnico de UAT Team, empresa de ingeniería especializada en economía circular.
ECONOMÍA CIRCULAR EN LA GESTIÓN DE AGUA
El agua, como recurso fundamental para la vida, ofrece valor en dimensiones que podrían agruparse en Servicio, Energía y Transporte. Según estudios, es posible optimizar la gestión hídrica considerando estos tres factores, lo que llevaría a un equilibrio adecuado entre la naturaleza y las necesidades humanas.
A nivel de servicio, el agua es un elemento básico para enfriar o calentar ambientes, a través de la evaporación. Sin embargo, en muchos casos el agua no es indispensable para este proceso, y elementos como el aire mismo permiten obtener los mismos resultados.
Si observamos al agua como fuente de energía, encontramos que se puede aprovechar en el campo hidroeléctrico. Del mismo modo, se pueden aprovechar sus propiedades para absorber energía térmica del medio ambiente o de la actividad humana. También es fuente de energía biotérmica, lo que se evidencia en la digestión anaeróbica de las aguas residuales.
Como recurso natural líquido, el agua es también un medio de transporte universal. Si hablamos de economía circular, mejora la calidad de los flujos de salida en las plantas de tratamiento, lo que aumenta las oportunidades de reutilización, reduce costos de tratamiento y genera un menor impacto ambiental.
“A veces esto se da de manera empírica. Si en una planta aplicamos tecnologías para el uso eficiente del agua como política interna, estamos trabajando en función de un objetivo de la economía circular, pero de repente no somos conscientes de ello”, detalla Añez.
SISTEMA DE SISTEMAS
Rodolfo Añez describe la economía circular como un “sistema de sistemas” que debe ser entendido por todo aquel que desee identificar oportunidades en esta modalidad. Según indica, es importante ir descomponiendo los grandes sistemas en paquetes de trabajos pequeños y manejables, para ir cerrando ciclos de forma continua.
Normalmente, el agua se extrae de diversas fuentes como ríos, lagos, mares o directamente de la lluvia. Luego de utilizarse como parte de su ciclo natural, es devuelta a la cuenca hidrográfica, para luego usarse aguas abajo o perderse. Este enfoque Toma – Usa – Descarga es considerado insostenible a largo plazo, y va en contra de los principios de economía circular.
“Muchas veces se plantea tomar el agua de la planta, tratarla y reusarla. La idea de la economía circular es iniciar el ciclo nuevamente, y utilizar la tecnología para que esa agua no llegue al final, sino que empiece a circular nuevamente. Es una combinación de tecnología y filosofía”, explica Añez.
DIAGRAMA MARIPOSA
El representante de UAT Team expone el sistema de gestión del agua en base a un “diagrama mariposa”, en el que muestra cómo se maneja el agua de una misma cuenca por el lado de la naturaleza (a la izquierda) y por parte del hombre (a la derecha).
“En el diagrama mariposa, las alas son los pequeños ciclos internos. En el lado derecho se presenta la actividad del hombre, y en muchos casos no hay alas porque no las utiliza. En el lado izquierdo, que representa la naturaleza, sí están presentes todas las alas. Lo que pretende decir este gráfico es ¿qué estoy haciendo en cada uno de esos círculos pequeños?”, indica.
El denominado “diagrama mariposa” representa un esquema circular en el ciclo natural del agua, que es repuesta al medio ambiente a través de la cuenca.
NATURALEZA VS HOMBRE
En el lado izquierdo del diagrama, el agua es representada en su estado natural, sin presencia de usos inducidos por el hombre. En este caso, se observa un movimiento continuo sobre, encima y debajo de la superficie de la Tierra.
La precipitación se recolecta naturalmente dentro de los límites de la cuenca, que fluye desde elevaciones altas hacia las bajas, y desde la fuente hasta desembocar en el océano. El agua es capturada y retenida por el suelo, la vegetación y los cuerpos superficiales hasta que finalmente se filtra en el mismo suelo y los acuíferos.
Dentro de la cuenca, el ciclo natural del agua actúa para re optimizar el recurso, ya que requiere de un suministro específico para mantener el ecosistema y la biodiversidad. También se observa reúso del agua ya que, a medida que esta circula, es tratada de forma natural a medida que pasa por elevaciones altas hacia las más bajas e interactúa con la flora y fauna.
Finalmente, el ciclo natural concluye con la reposición del agua al medio ambiente a través de la evaporación, transpiración, infiltración y los flujos de agua superficial.
Al otro lado del diagrama observamos una situación opuesta, pues interfiere la gestión humana. En este caso, la economía circular se ve afectada ya que se modifica el ciclo natural del agua.
El hombre altera diferentes factores, por ejemplo, al extraer agua dulce por encima de su tasa de reposición, o acelerando la pérdida del recurso a través de métodos ineficientes de riego y distribución. Además, en muchos casos contamina el agua y limita su utilidad a los demás.
Como resultado de la intervención del hombre en el ciclo natural del agua, se obtiene un impacto negativo que puede conllevar a pérdidas económicas o ambientales, así como sobrecostos para satisfacer las necesidades humanas.
UNA OPORTUNIDAD DE CAMBIO
Rodolfo Añez de UAT Team señala que la economía circular plantea una gran oportunidad para alinear el ciclo humano con el ciclo natural del agua a través de diferentes medidas.
Plantea, por ejemplo, repensar los productos y servicios para eliminar las acciones ineficaces en el uso del agua. A ello se suma la reutilización, que consiste en considerar todas las oportunidades posibles para volver a emplear el agua dentro de un circuito cerrado y aplicaciones externas dentro de una localidad.
Otras acciones que se enmarcan dentro de la economía circular son el reciclaje y el reabastecimiento. A través de este último, el agua es devuelta de manera eficiente y efectiva a la cuenca.
“La función del uso del agua en estos circuitos puede tener múltiples dimensiones. Comprender esto es fundamental para aprovechar la oportunidad y el potencial empresarial del agua y la economía circular”, indica el especialista.
Si bien la economía circular es un esquema orientado a los gobiernos e industrias, es posible empezar el cambio desde casa a través de sistemas que permitan ahorrar el agua o reutilizarla. Algunos ejemplos son los baños secos, tanques de tratamiento de aguas grises, grifos con sistemas de aire incorporados, entre otros.
GERENCIA DEL AGUA
La propuesta de UAT Team en relación a la economía circular en la gestión del agua se resume en tres componentes: diseñar sin residuos, optimizar el uso de los recursos y regenerar el capital natural.
Es importante optimizar la cantidad de energía, minerales y productos químicos utilizados en la operación de los sistemas de agua. Lo mismo con el consumo dentro de la subcuenca en relación con las subcuencas adyacentes, como por ejemplo el uso en agricultura o enfriamiento por evaporación. En lo posible, se recomienda optar por soluciones que brinden el mismo resultado sin usar agua.
En cuanto al rendimiento de los recursos, resulta de gran importancia optimizar el uso y reúso de agua, energía, minerales y productos químicos dentro de los sistemas de agua, además de mejorar la extracción de energía y el valor generado en las interfaces del sistema de agua con otros sistemas.
Otra de las recomendaciones consiste en maximizar los flujos ambientales reduciendo los usos consuntivos (cuando el agua no es devuelta a su cauce natural) y no consuntivos del agua. Incluye también la preservación y mejora del capital natural y una interrupción mínima en los sistemas de agua naturales.
COMENZANDO DESDE CASA
El uso eficiente del agua no solo es responsabilidad de los gobiernos y las grandes industrias. Parte del cambio a una gestión del agua en base a la economía circular puede darse en casa. “Por ejemplo, es posible incorporar sistemas especiales de aire en los lavamanos, para que el chorro de agua sea mucho menor. También existen toilets de alta eficiencia que usan menos agua que los tradicionales para pasar los desechos sólidos”, comenta Añez.
Según explica, las posibilidades pueden surgir desde el diseño de una vivienda. En este caso, los residuos de la ducha y el lavamanos, denominados aguas grises, pueden ser dirigidos al tanque del inodoro. “Ese tanque de agua sería utilizado para bajar el agua del baño. Estarías reutilizando agua limpia, con apenas restos de jabón y pasta dental, generando ahorro”, explica.
Si bien este tipo de opciones resultan sencillas, es ideal tenerlas en cuenta antes de construir la vivienda, porque de lo contrario sería más complicado. En este caso, Rodolfo Añez, especialista de UAT Team, empresa con más de 15 años de trayectoria, especializada en proyectos de ingeniería con especial énfasis en sistemas de tratamiento de agua de alta tecnología e innovación, recomienda que en el diseño se considere la separación de aguas negras de las aguas grises.
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