Espacios multifuncionales en las viviendas y óptimas condiciones de higiene en áreas públicas para lograr ambientes saludables, es la tendencia en diseño y construcción de edificaciones del futuro, luego de la crisis por COVID-19, afirmó el decano de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Privada del Norte (UPN), José Ignacio Pacheco.
El especialista comentó que se diseñarán espacios multiuso para implementar pequeños lugares dentro de las casas que funcionen como zonas de entretenimiento, convivencia familiar y laboral. Las áreas con jardines, patios privados o terrazas serán un atractivo interesante al culminar la pandemia.
La tecnología es una herramienta primordial en la lucha por evitar el contagio. La domótica, un conjunto de técnicas de automatización inteligente que permite la optimización de electricidad, seguridad y confort para el usuario, será una de los protagonistas para el diseño de los nuevos espacios saludables, ofreciendo ahorro de tiempo, energía y, sobre todo, facilitará los accesos ayudando a frenar la propagación de las bacterias en el mobiliario.
Los edificios públicos tendrán espacios más anchos, mecanismos de control de accesos, reconocimiento facial para puertas, implementación de interruptores automáticos; evitando el contacto físico y de objetos innecesarios. Los establecimientos de entretenimiento y esparcimiento deberán contar con certificado de salubridad y seguir adecuados protocolos de higiene.
“En el caso del urbanismo, es necesario brindar soluciones para equilibrar el nuevo tipo de ciudad que se implementará en el futuro. Mejorar las ciclovías, optimizar las líneas que interconectan desde Ate hasta el Callao y el aeropuerto, y la posibilidad de crear redes de tranvías que eliminen las combis y los colectivos en un mediano plazo”, comentó el decano de UPN.
Para crear una ciudad más segura y sostenible en el tiempo, es importante considerar las medidas que toma el Gobierno para un eficiente cumplimiento de la normativa de construcción y protección civil. Se debe incorporar un cuidado en la higiene personal y el distanciamiento entre trabajadores de obra para evitar aglomeraciones, controles de temperatura, equipamiento de protección y regular la paralización inmediata de la construcción por un potencial caso de obreros infectados.
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