En España, el proyecto de la red de riego de la zona regable del Río Valdavia, tiene como finalidad definir y cuantificar las obras de regadío necesarias para poder realizar el aprovechamiento del agua acumulada en la Presa del Arroyo Villafría, en la zona regable de las vegas del bajo Valdavia. El objetivo del proyecto es la transformación en regadío de 2,700 ha en los términos municipales de Villaeles, Villasila de Valdavia, Villanuño de Valdavia, Bárcena de Campos, Castrillo de Villavega y Osorno (Palencia), mediante un sistema de riego a la demanda, con presión natural.
DESCRIPCIÓN DE LAS OBRAS
El esquema general para la infraestructura de regadío es el siguiente, partiendo de un azud en el río Valdavia, aguas arriba de La Puebla de Valdavia, a una cota sobre el nivel del mar de 936 m y mediante una tubería de diámetro 1,200 a 1,000 y de 23,650 m de longitud, se transportará el caudal necesario por gravedad a la red de riego.
La red secundaria cuenta con diámetros de 1,000 mm a 160 mm y una longitud de 62 km. Está proyectada en diámetros 900 y 1,000 mm, siendo desde el diámetro 800 mm en PVC Orientado (PVC-O). Abastecerá a 182 unidades de riego, y desde los hidrantes de riego saldrá la red terciaria, con más de 40 km de tuberías TOM® de PVC-O. Se construirán dos balsas de regulación, una antes de llegar a la zona regable en Arenillas de San Pelayo y otra en Villanuño de Valdavia. Estas balsas servirán para almacenar agua en las épocas de máxima demanda, para suplir la falta de abastecimiento desde el azud, y conseguir una reducción de los diámetros empleados en la conducción principal.
DISEÑO DE LA RED
Para el diseño de la infraestructura de riego se ha establecido un caudal ficticio continuo, es decir, el caudal estricto que habría que suministrar por hectárea de terreno para hacer frente a las necesidades de agua de las plantas, si se regase de manera continua durante la totalidad del tiempo disponible (24 horas al día durante todos los días del mes). Partiendo de las necesidades del mes de julio, como el mes con mayor demanda, en el que las necesidades netas de la alternativa para el riego del 69.56% de la superficie ascienden a 1,034.5 m3/ha y mes, que equivale 0.39 l/s y ha. Si a estas necesidades aplicamos la eficiencia de aplicación de 0.88, el caudal ficticio continuo que se obtuvo es de 0.44 l/s y ha (0.39 l/s y ha / 0.88).
El caudal de demanda de riego, entendiendo como tal el caudal que habría que suministrar por hectárea de terreno con 6 días de riego a la semana y 20 horas de riego al día, asciende a 0.62 l/s y ha (0.44 l/s y ha x 168 horas semanales/120 horas de riego semanales), es de 1,171.8 l/s, inferior a los 1,400 l/s del caudal máximo establecido en la concesión de la Comunidad de regantes.
Con el fin de dotar a la red de los caudales y presiones establecidos, los cálculos hidráulicos se han realizado en función de la elección del material de las conducciones de la red de riego, teniendo en cuenta la capacidad hidráulica, condiciones de ejecución, costes de mantenimiento y calidad de funcionamiento y coste de inversión.
En la red de riego, con presiones estáticas muy importantes, entre 6 y 15 atm, se ha optado por el empleo del PVC-O, con diámetros de 160 mm a 800 mm, con un timbraje de 16 atm, salvo en los ramales de la cola de la zona regable, donde se ha proyectado con tuberías de 20 atm de presión nominal.
Debido a su estructura laminar, las tuberías TOM® de PVC-O de Molecor son muy resistentes al impacto por golpes y a la propagación de grietas, teniendo un excelente comportamiento mecánico.
La reducción del espesor de pared que se produce en el proceso de orientación molecular proporciona a la tubería mayor diámetro interno y sección de paso. Además, la superficie interna es extremadamente lisa, lo que reduce al mínimo las pérdidas de carga y dificulta la formación de depósitos en las paredes del tubo.
De esta forma se logra entre un 15% y un 40% de mayor capacidad hidráulica que tuberías de otros materiales con diámetros externos similares.
CONCLUSIONES
La Transformación en regadío de la Zona Regable de las Vegas del Bajo Valdavia es un ejemplo de un diseño óptimo, prescindiendo del uso de energía eléctrica para la distribución del agua de riego, aprovechando los desniveles naturales de la zona, para que todas las parcelas de la zona disfruten del agua en unas condiciones adecuadas para el riego a presión.
De nada servirían estas referidas cualidades si la durabilidad del material comprometiera las grandes inversiones que se están acometiendo, por lo que, cabe hablar de eficiencia energética en el transporte de agua unida a otras cualidades no menos importantes como la durabilidad del material, su baja celeridad y su alta resistencia al impacto.