En el Perú, 9 de 10 personas acceden al servicio de agua potable. Sin embargo, 3.5 millones de peruanos aún no cuentan con dicho servicio, lo que representa al 9% de la población, mencionó Mauro Gutiérrez, presidente ejecutivo de la Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (Sunass).
Lograr que más peruanos accedan al agua potable y alcantarillado, requiere de aproximadamente S/ 95 mil millones de inversión, a nivel nacional. Para sumar en el logro de este objetivo la Sunass genera, semestralmente, reportes de inversión, a fin de que exista transparencia y un mejor seguimiento en la ejecución de proyectos en el ámbito de cada una de las 50 empresas prestadoras (EP).
Del total de personas sin conexión de agua potable, cerca de 2 millones se ubican en 4 regiones: Lima (798, 348 mil), Loreto (457,179 mil), Puno (457,118 mil) y Piura (231, 849 mil); y 904.7 mil son niños menores de 12 años.
Por otro lado, 7 de 10 personas tienen el servicio de alcantarillado. Es decir, que el 26% de la población no cuenta con este servicio, indicó Gutiérrez, durante su ponencia magistral denominada “La multidimensionalidad de los servicios de agua potable y saneamiento en la mejora de la calidad de vida de las personas”, desarrollada en el foro internacional: “Agua y saneamiento: oportunidad, desarrollo y calidad de vida”, en el marco de los 30 años de la Sunass.
Reducción de brechas y mejor calidad del servicio
En los últimos 30 años, la regulación, supervisión y fiscalización ejercida por la Sunass hizo posible brindar sostenibilidad y calidad a los servicios de agua potable y alcantarillado, además de asegurar que la ciudadanía ejerza sus derechos y deberes en los ámbitos urbano, rural y de pequeñas ciudades
Entre 1992 y 2021, la regulación permitió que la brecha de cobertura de agua potable y alcantarillado se reduzca en 15%. Es decir, que se incremente de 75% al 90% respecto al agua potable y de 65% al 85% en cuanto al alcantarillado.
Asimismo, de 2012 a 2021, la población sin acceso al servicio de agua se redujo en aproximadamente 2 millones de personas y pasó de 5 millones a 3 millones de habitantes. Este cierre de brechas se dio principalmente en el ámbito rural, por ejemplo, en Piura y Huancavelica, donde la brecha se cerró en 17% y 43%, respectivamente.
De otro lado, la regulación de los servicios de saneamiento ayudó a incrementar la continuidad del servicio de agua, es decir, que las personas tengan más horas de agua en sus viviendas. Es así como se pasó de 12 horas por día – en los años 90 – a 18 horas al día en la actualidad, lo que representa un incremento de 6 horas de agua al día, en promedio. Igualmente, la micromedición pasó de 5% a 75% y el porcentaje de agua no facturada disminuyó de 45% al 35%.