El contralor general de la República, Nelson Shack Yalta, alertó que, al 30 de junio del presente año, existen 293 obras públicas paralizadas pertenecientes a entidades del Gobierno Nacional, Regional y Local, por lo que se requiere que las autoridades adopten medidas rápidas y urgentes para su reactivación y culminación.
Durante una jornada de trabajo, el titular de la Contraloría se reunió con los integrantes de la Municipalidad Provincial de Paucartambo y del Consejo del Gobierno Regional de Cusco, y detalló que ese total de 293 obras paralizadas que hay en la jurisdicción del departamento del Cusco tienen un costo actualizado de S/ 1,761 millones y está pendiente ejecutarse un saldo de inversión de S/ 581 millones.
“Aquí hay 293 obras públicas paralizadas, eso significa que durante los últimos seis meses no han tenido un avance físico. En el caso del Gobierno Regional existen solo tres obras paralizadas, a nivel de gobierno locales tenemos 278 y 12 son del Gobierno Nacional. A esas obras hay que destrabarlas para reactivarlas”, detalló.
Agregó que una obra paralizada representa el “peor negocio” que puede tener una sociedad, ya que eso significa tener mucho dinero que “está tirada y no sirve para nada”, ya que eso se ve en muchas obras como puentes, colegios y hospitales que no están terminados y no pueden ser usados por la población aledaña. “Tener una obra paralizada revela una enorme deficiencia en la gestión de las inversiones”, puntualizó.
El Contralor General mencionó que muchas obras se paralizan esencialmente por problemas con el expediente técnico, los cuales están mal elaborados, y por ello, sugirió a las autoridades cusqueñas a preocuparse más en invertir tiempo y dinero para contratar buenos especialistas que elaboren estudios de manera correcta.
También recordó que, durante el 2022, el departamento de Cusco perdió, por concepto de corrupción e inconducta funcional, un monto estimado en S/ 1,601 millones, según proyecciones realizadas por la Contraloria General de la República. “Ese dinero terminó en los bolsillos de alguien que finalmente no representa a la población en general”, acotó.
“El año pasado y en términos de monto calculados por la Contraloría, Cusco fue una de las regiones del Perú que perdió más plata por efectos de la corrupción y la inconducta funcional con S/ 1,601 millones. Eso es algo que tiene que cambiar”, subrayó.