El Gobierno, a través del Ministerio del Ambiente (Minam), ha aprobado la Estrategia Nacional ante el Cambio Climático (ENCC) al 2050, mediante el Decreto Supremo N° 012-2024-MINAM, como un instrumento clave para orientar las acciones del Estado en los próximos 25 años frente a los desafíos climáticos.
Esta estrategia busca alcanzar la carbono neutralidad y fortalecer la adaptación del país, protegiendo ecosistemas y sistemas productivos, en cumplimiento de compromisos internacionales. La ENCC propone reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) mediante diversas acciones concretas, como el manejo adecuado de los bosques para combatir la deforestación, el fomento de energías renovables, la implementación de un transporte libre de emisiones y la promoción de la economía circular. Además, se plantea optimizar el uso de tecnologías bajas en carbono en la industria y maximizar la eficiencia en el uso de recursos.
El diseño de la ENCC fue resultado de un proceso participativo liderado por el Minam, involucrando a actores estatales y no estatales, con el objetivo de garantizar la transparencia y promover la colaboración ciudadana. La estrategia se basa en siete objetivos prioritarios, cuyos lineamientos proponen acciones específicas para mitigar riesgos y reducir emisiones.
Entre ellos, destaca la reducción del riesgo climático en poblaciones vulnerables, fortaleciendo capacidades técnicas y tecnológicas para proteger a comunidades, especialmente pueblos indígenas, afroperuanos y mujeres. Se optimizará el uso del agua en cuencas hidrográficas vulnerables y se fomentarán prácticas productivas resilientes. En el sector transporte, se impulsarán sistemas sostenibles terrestres y ferroviarios, mientras que, en el ámbito forestal, se reforzarán los mecanismos de conservación y ampliación de áreas protegidas.
Asimismo, se promoverán prácticas agrícolas sostenibles, tecnologías industriales de bajas emisiones y el uso de productos con menor impacto ambiental. En cuanto a la gobernanza, la ENCC busca mejorar la generación de información científica, fortalecer la participación ciudadana en la gestión climática y capacitar a las autoridades estatales para integrar la variable climática en sus planes de desarrollo. Esta estrategia refleja el compromiso del Estado peruano con un desarrollo sostenible, resiliente y bajo en carbono, asegurando un futuro más seguro frente a los desafíos del cambio climático.