El Instituto Nacional Penitenciario (INPE) anunció el inicio de la construcción del nuevo penal Ancón 3, que contará con una capacidad de 2,500 unidades de albergue y será financiado mediante una operación de endeudamiento con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). También se comenzará la edificación del penal de Colquepata, en Cusco, a través de un endeudamiento con la Corporación Andina de Fomento (CAF). A esto se suma el penal de Abancay, ya en construcción, con capacidad para 800 internos.
Estos proyectos forman parte de una inversión total de S/ 2,000 millones autorizada por la Ley de Presupuesto 2025, la cual contempla operaciones de endeudamiento destinadas a la construcción y mejora de infraestructura penitenciaria en el país informó el jefe del INPE, Javier Llaque, a la agencia Andina.
El funcionario agregó que en mayo se reiniciarán las obras paralizadas del penal de Pucallpa (1,200 unidades), y en junio está previsto la continuación de las obras en el penal de Arequipa (800 unidades).
Llaque también informó sobre un programa de Obras por Impuestos, presentado al sector privado, por un monto de hasta S/ 1,400 millones Este plan está orientado al equipamiento tecnológico de los establecimientos penitenciarios, incorporando herramientas como escáneres corporales y rayos X, que no fueron contemplados en construcciones anteriores.
Por otro lado, recordó que el año pasado se concluyeron ampliaciones en el penal de Lampa (Puno) y en el de Iquitos, con 210 unidades de albergue cada uno. Estas obras formaban parte de proyectos paralizados que fueron reactivados.
Respecto al penal de Challapalca, en Tacna, señaló que se ha considerado su ampliación, aunque esta medida enfrenta oposición de autoridades locales. “La delincuencia en Tacna responde a problemas urbanos, no al penal de Challapalca. Hay espacio para ampliar, pero si las autoridades no lo aprueban, no se procederá. Invocamos a la reflexión”, expresó.