Cerrar la brecha de acceso al agua potable y saneamiento en el Perú es uno de los desafíos más urgentes y complejos que enfrenta el país. Según Mauro Gutiérrez, presidente ejecutivo de la Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (Sunass), se necesita una inversión aproximada de S/ 120 mil millones para lograr este objetivo. Actualmente, las inversiones anuales financiadas solo con tarifas alcanzan los S/ 800 millones, lo que significaría que cerrar esta brecha tomaría alrededor de 150 años si los proyectos se ejecutaran al 100% y la población se mantuviera estable.
El acceso a servicios básicos como el agua potable y el alcantarillado es fundamental para garantizar la dignidad, salud y desarrollo de las comunidades peruanas. Sin embargo, más de tres millones de peruanos aún carecen de acceso a agua potable, y la mayoría de ellos residen en zonas urbanas. Durante el foro “¿Cómo acelerar la inversión en saneamiento para el cierre de brechas?”, organizado por Sunass, Gutiérrez destacó la urgente necesidad de mejorar la infraestructura de saneamiento, subrayando que las deficiencias actuales tienen un impacto directo y profundo en la calidad de vida de millones de ciudadanos.
Uno de los mayores retos identificados en el foro es la ejecución eficiente de las inversiones. De acuerdo con el último Reporte de Inversiones de la Sunass, solo siete empresas prestadoras (Sedapal, EPS Tacna, Sedalib, Sedachimbote, Semapach, Emapat y Emusap) han sido calificadas como “buenas” o “muy buenas” en términos de orden y eficacia en la ejecución de proyectos. Esta situación resalta la necesidad de priorizar una gestión estratégica y eficiente de los recursos disponibles, optimizando cada sol invertido.
El ministro de Vivienda, Construcción y Saneamiento, Durich Witthembury, subrayó que la coordinación entre los diferentes actores del sector es clave para cerrar la brecha. Destacó la importancia de construir más plantas de tratamiento de agua potable y aguas residuales, y llamó a fortalecer la colaboración entre el sector público, Sunass, las Empresas Prestadoras de Servicios (EPS) y ProInversión. Esta sinergia, dijo, será fundamental para enfrentar los desafíos que se avecinan en el 2025.
Durante el evento, otros participantes coincidieron en la importancia de identificar y superar los cuellos de botella que ralentizan los proyectos. Manuel Vilca, vicepresidente de la Asociación Nacional de Entidades Prestadoras de Saneamiento del Perú (Anepssa), instó a mejorar la normativa y aumentar la competitividad en las inversiones. Emerson Castro, director del Portafolio de Proyectos de ProInversión, enfatizó la necesidad de simplificar los procesos administrativos para facilitar la ejecución de proyectos de saneamiento. Por su parte, Fernando Momiy, del Proyecto Infraestructura Natural para la Seguridad Hídrica (NIWS), destacó la importancia de cuidar y preservar las fuentes de agua como parte integral de la solución.
Finalmente, Mauro Gutiérrez hizo un llamado a construir soluciones conjuntas entre el sector público y privado. Señaló que es imperativo trabajar en equipo para asegurar que cada inversión tenga un impacto tangible en la vida de los peruanos que más lo necesitan. Mejorar la planificación, identificar problemas críticos y priorizar proyectos estratégicos son pasos esenciales para cerrar esta brecha histórica y transformar la realidad de millones de personas en el país.