El ministro de Vivienda, Construcción y Saneamiento, Durich Whittembury, anunció que se espera un incremento del 20% en los recursos destinados a proyectos de agua y alcantarillado en el Presupuesto del Sector Público para el Año Fiscal 2025. “Todavía no está cerrado el presupuesto del 2025, pero tenemos expectativas de que se incremente en no menos del 20% con relación al ejercicio del 2024”, afirmó. Este aumento busca reforzar los esfuerzos para reducir la brecha de acceso al agua potable y saneamiento en el país, un desafío que requiere una inversión total estimada en S/ 120 mil millones.
Whittembury destacó que la clave para aprovechar este incremento presupuestal será la coordinación entre las entidades públicas involucradas. Durante el foro “¿Cómo acelerar la inversión en saneamiento para el cierre de brechas?”, resaltó la reciente aprobación de reglamentos cruciales, como los de la Ley N° 32065, que establece medidas para asegurar el acceso universal al agua potable, y el Decreto Legislativo N° 1280, que regula el servicio universal de agua potable y saneamiento. Según el ministro, estas normativas flexibilizarán y optimizarán la eficiencia de las Empresas Prestadoras de Servicios (EPS), permitiendo una gestión más ágil de los proyectos.
Una de las estrategias para acortar la brecha en zonas rurales y periurbanas será la implementación de soluciones no convencionales. Entre estas destacan los tanques comunales, cisternas, plantas potabilizadoras portátiles, pilones y filtros intradomiciliarios. “Mientras que la red pública de agua potable no llegue a ciertas zonas, lo que se hace es desarrollar sistemas de redes locales con soluciones no convencionales”, explicó Whittembury. Estas metodologías, que han sido aplicadas en el país en el pasado, ofrecen alternativas viables para garantizar el acceso al agua en comunidades alejadas o de difícil acceso.
Este enfoque complementa las inversiones tradicionales en infraestructura y refuerza la necesidad de optimizar la gestión de recursos disponibles. El ministro subrayó que la provisión de agua potable y saneamiento impacta directamente en la dignidad, salud y desarrollo de las comunidades. “Es imperativo que cada sol invertido tenga un impacto tangible en la vida de quienes más lo necesitan”, señaló. Con un enfoque colaborativo, innovador y eficiente, se busca transformar la realidad de millones de peruanos que aún esperan acceder a servicios básicos esenciales.