Ante el grave problema ambiental ocasionado por el rebalse de aguas residuales que afectó a Huanchaco, sus playas y la actividad de los pescadores artesanales, el Gobierno Regional de La Libertad, en coordinación con Sedalib, implementará una solución temporal valorizada en S/ 10 millones. Esta medida de emergencia busca detener de inmediato la contaminación que representa un riesgo para la salud pública, el turismo y la economía local.
En una mesa técnica organizada por el Gobierno Regional, con participación de todos los actores involucrados, se consensuó una alternativa paliativa que será ejecutada por Sedalib en un plazo de 90 días. Esta consiste en la instalación de un emisor terrestre -una tubería de 4 km de longitud y 650 mm de diámetro- desde la planta de tratamiento de El Tablazo hasta el mar, garantizando el tratamiento adecuado de las aguas residuales. El cumplimiento de este proceso será verificado por un laboratorio externo acreditado.
Asimismo, para prevenir nuevos rebalses en El Tablazo, Sedalib construirá cuatro nuevas pozas de aguas servidas, cuya ejecución tomará 60 días. El Gobierno Regional brindará maquinaria para acelerar estos trabajos. De manera complementaria, y a pedido de la autoridad regional, la Municipalidad Distrital de Huanchaco entregará constancias de posesión a los pescadores artesanales que trabajan con los totorales, a fin de que puedan ser indemnizados por los daños sufridos.
Hacia una solución definitiva
En paralelo a estas medidas temporales, el Gobierno Regional de La Libertad anunció que convocará una mesa de trabajo con el Ministerio de Vivienda y Proinversión para definir un cronograma de ejecución de la nueva Planta de Tratamiento de Aguas Residuales en el sector de Covicorti, cuya inversión asciende a S/ 1,500 millones. Esta infraestructura será la solución definitiva al problema de saneamiento que por años ha afectado a la población y los ecosistemas costeros de la región.
Los pescadores de Huanchaco expresaron su respaldo a las gestiones realizadas por el Gobierno Regional, destacando que la contaminación no solo ponía en riesgo los totorales con los que elaboran sus tradicionales caballitos de totora, sino también la salud, el turismo y la economía local. La solución estructural representa una oportunidad histórica para remediar una problemática de largo aliento.