El techo de las oficinas del parque central de Urbaser, empresa que gestiona el servicio de limpieza y recogida de residuos en parte de Barcelona, se ha convertido en una cubierta verde, en un espacio público para sus trabajadores.
El representante de la empresa, Joan Bosch, afirma que el trabajo hecho en el techo “es la viva demostración de que cualquier rincón se puede convertir en verde”. La intención es ir mucho más allá de la simple cubierta verde naturalizada y fomentar la biodiversidad en un espacio industrial. Para ello, además de la vegetación, se ha incluido también un jardín vertical, un hotel de insectos, placas solares, aerogeneradores eólicos, un sistema de recogida de aguas pluviales y una estación meteorológica y de control del aire.
“Hemos buscado plantas que crecen bien con poca profundidad y se adaptan al clima mediterráneo con muy poco grosor de sustrato y bajo consumo hídrico, un pequeño espacio con agua atrae a las libélulas, las cajas-nido instaladas son las adecuadas para atraer a unas especies determinadas según los ornitólogos… es un pequeño ecosistema propio creado en 400 m2”, resume Bosch.
El espacio al que antes no quería subir nadie ahora se ha convertido en un lugar al que incluso se ha tenido que pedir cierta contención a la hora de acceder porque se ha descubierto como el rincón perfecto en el que mantener una reunión informal con los compañeros.
Además, el proyecto proporciona un claro beneficio para el edificio en cuanto al ahorro energético. Donde antes se creaba un efecto de isla de calor ahora se retiene la temperatura y lo que antes era una barandilla simple ahora son unas placas fotovoltaicas cumpliendo la función original y aportando otra utilidad.
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