La emergencia sanitaria en Colombia ya afecta al sector construcción, que cuenta con 1.5 millones de trabajadores en su territorio colombiano. Según Sandra Forero, presidenta de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), son 2,000 los proyectos que han cesado actividades debido al COVID-19.
Detalló que están detenidos proyectos inmobiliarios que suman 238,588 unidades en vivienda. En lo referente a los proyectos de construcción de espacios no residenciales, el área paralizada ya supera los 7.8 millones de metros cuadrados, según El Heraldo de Colombia.
La coyuntura, explica Forero, tiene importantes repercusiones en las empresas constructoras, en los contratistas y en los diferentes gremios teniendo en cuenta que hay 1.7 millones de empleos indirectos en este rubro.
En ese contexto, Forero plantea que la sostenibilidad económica, el empleo y la salud de los empleadores son una prioridad para este gremio. Al tener todos los proyectos parados también se han afectados a los proveedores de materiales de construcción.
La crisis podría traer consecuencias como la prorrogación de licencias, ampliación del calendario tributario para pequeñas y medianas empresas, y los sobrecostos que demandarían los impactos en cada etapa de la cadena de valor.
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