En las zonas rurales del Perú, donde muchas familias aún no cuentan con acceso a sistemas de agua tratada, la cloración representa una herramienta clave para proteger la salud pública. Este proceso ejecutado por operadores comunitarios previamente capacitados por el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento (MVCS), a través del Programa Nacional de Saneamiento Rural (PNSR).
Solo en 2024, el PNSR logró la cloración de 15,194 sistemas de agua rural, beneficiando a 2.9 millones de personas en comunidades y centros poblados a nivel nacional. Estas acciones se realizan con el acompañamiento técnico de las Áreas Técnicas Municipales (ATM) y gobiernos regionales, quienes fortalecen las capacidades locales para la desinfección adecuada del agua.
Los operadores de los sistemas de agua, en su mayoría pobladores locales, son capacitados por técnicos del PNSR para garantizar una correcta dosificación y manejo del cloro. Esta estrategia, además de mejorar la calidad del agua, promueve el empoderamiento comunitario y la sostenibilidad del servicio.
Para garantizar que estas acciones se mantengan en el tiempo, el PNSR transfiere recursos a los gobiernos locales para la adquisición de insumos de cloración, lo que permite mantener operativos los sistemas en cientos de comunidades a lo largo del año.
¿Cómo se calcula la cantidad de cloro?
Para que el agua sea segura para el consumo humano, es indispensable agregar la cantidad exacta de cloro, y esto depende de dos factores principales: el caudal máximo diario del sistema y el número de habitantes beneficiarios. A partir de estos datos se calcula la dosis necesaria para lograr una concentración mínima de 0.5 mg/l de cloro libre residual en el punto de salida del sistema, tal como exige la normativa peruana.
En las comunidades rurales, se emplea principalmente hipoclorito de calcio al 70%, debido a su eficacia, facilidad de almacenamiento y bajo costo. También puede utilizarse hipoclorito de sodio, ambos en presentaciones sólidas o líquidas, adaptadas a las condiciones del lugar.
El cloro es el agente desinfectante más usado en el mundo y, en el contexto rural peruano, es fundamental porque elimina microorganismos patógenos que pueden causar enfermedades como la diarrea, fiebre tifoidea o cólera. Además, su acción prolongada protege el agua de una posible recontaminación durante su transporte y almacenamiento.
