Ubicado en el corazón del centro empresarial del distrito de San Isidro, Comma busca introducir un nuevo concepto en comida de autoservicio en la ciudad. Asocia lo orgánico, fresco y saludable con el ritmo frenético de oficina de la zona en un ambiente acogedor, natural e iluminado.
De ahí nace el concepto utilizado por el estudio Silvana Cossio Diseño y Arquitectura: la naturaleza.
El área a trabajar era el primer piso de un edificio de oficinas sin división de ambientes, presentando dos columnas que condicionaban una distribución armónica y exigían una propuesta mucho más dinámica. Además, un requerimiento importante era que la cocina pueda ser vista desde la zona de mesas: demostrar que todo se prepara en el día, con el máximo cuidado y con los equipos indicados.
Definido el programa de diseño del cliente, el estudio plantea un espacio abierto, pero con los ambientes privados necesarios (cocina, baños, oficina) y un área de mesas totalmente vinculado con el exterior.
En el proyecto, los tipos de pisos definen el recorrido. Desde el ingreso, uno de cemento pulido conduce al visitante por el lado derecho. La primera zona que atraviesa es la denominada “El Mercadito” que ofrece productos orgánicos en formato para llevar, luego continúa por un módulo de exhibición de productos inmediatos y finaliza en el counter.
Esta es una barra de casi 6 m de largo compuesta de un armazón metálico, revestido en su frente por madera. Por dentro posee una serie de cajonería de melamina y MDF, pintado y con acabado lavable. Además, cuenta con un tablero de acero inoxidable en su parte superior.
“Se originó un desnivel hacia adentro del counter, con la intención que pase debajo toda la ductería sanitaria que requerían los nuevos baños creados. Aprovechamos este hecho para generar el efecto que el personal de atención estuviera más arriba del cliente y conseguir este frontis similar a una vitrina que se aprecia desde el exterior gracias al vidrio transparente”, comenta la arquitecta Silvana Cossio, directora creativa de la firma.
Luego de la atención en el counter, el visitante puede ubicarse en el área de mesas donde el mobiliario es en madera y metal negro. En esta zona se distinguen dos tipos de piso.
El primero se conecta más con el exterior. Posee un piso estilo vintage compuesto por un porcelanato de alto tránsito, formato 60 x 60 rectificado con el dibujo de nueve baldosas pequeñas. El segundo es un piso belga laminado de alto tránsito. “Queremos darle un estilo cálido y hogareño al proyecto con acabados de la resistencia necesaria para que conserve su elegancia hasta el final”, indica la arquitecta.
En el área de piso laminado se encuentra un «árbol», creado por el estudio a cargo del proyecto. “Teníamos una columna y la aprovechamos. En vez de simplemente enchaparlo tradicionalmente, armamos esta abstracción de un árbol igualmente forrada en madera. Sus ramas son carpintería que se ancla a la columna y al techo de drywall. Los focos ubicados detrás de él son una continuación de la idea de árbol, configurándose como ramitas, lianas o frutos. Esto termina de marcar la idea de calidez”, expresa.
El proyecto posee una abstracción de árbol de madera que conecta con el concepto de naturaleza diseñado. También el counter revestido con madera comparte esa idea.
El piso laminado se encuentra con una pequeña rampa que conduce al visitante a un pequeño pasadizo que distribuye los baños públicos, el ingreso a la cocina, el baño de personal, el depósito y una oficina. “Hay una suerte de ingreso de servicio hacia la oficina y la cocina, pero también se puede entrar a la oficina y la zona de servicios por esa cocina a través de una puerta que cuando está cerrada, se empasta y se camufla con el muro negro detrás del counter”, detalla.
Como parte del concepto de naturaleza, las paredes del proyecto están revestidos por un material natural, el ladrillo rococho, pintado de color blanco y revestido por madera en algunas zonas. Asimismo, se dispuso que una parte del techo quede expuesto para permitir una mayor altura y se instalaron bandejas industriales para permitir el traslado de los cables.
La iluminación del espacio es un tipo de luz neutra, con partes puntuales de luz cálida, apoyadas por proyectores para complementarla. “El feeling del proyecto demandaba una iluminación que no fuera del todo cálida, caliente y oscura como un restaurante ni tampoco blanca como un proyecto de comida rápida. El tipo de iluminación que logramos permite que te sientas cómodo, no a oscuras ni tan iluminado para que te sientas expuesto”, menciona.
Finalmente, un punto destacable es el uso de vegetación que acompaña el concepto de naturaleza. Existe grass sintético situado en dos esquinas y circundando el «árbol», así como plantas naturales y artificiales distribuidas en las mesas y estantes colgantes.
Publicado en Ed. 32 revista Proyecta. Lima-Perú.
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