Un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (Sunass), realizado entre octubre y noviembre de 2021 en zonas periurbanas de Lima y Callao, evidenció el impacto que tiene en la salud y la vida de los ciudadanos, contar con una conexión a la red de agua potable. Las posibilidades de contagio por la COVID-19 se redujeron entre 15% y 25% en el caso de las personas con acceso al servicio de saneamiento.
La investigación denominada “Acceso al agua y COVID-19: un estudio de regresión discontinua para áreas periurbanas de Lima Metropolitana, Perú”, se realizó en dos grupos diferentes de población, 487 familias con el servicio de agua a domicilio y 634 familias que no estaban conectadas a la red pública de agua. Los 1,121 hogares investigados, tenían residencia en las áreas periurbanas de los distritos de Ancón, Carabayllo, Cieneguilla, Lurigancho, Lurín, Pachacamac, San Juan de Lurigancho y Ventanilla.
Los resultados de este estudio muestran, también, que no es suficiente que un hogar esté conectado a la red pública de agua, sino que debe tener continuidad del servicio y una dotación mínima de 150 litros de agua por habitante por día, para asegurar que se cumpla con las recomendaciones de higiene de las personas y evitar la exposición al riesgo de contagio por tener que salir a recolectar agua para su consumo.
En ese sentido, el presidente ejecutivo de la Sunass y coautor del estudio, Mauro Gutiérrez, resaltó la importancia del acceso al agua potable para la salud de las personas en general, más allá de la Covid 19, así como la urgencia de mejorar la ejecución de las inversiones a fin de cerrar la brecha de cobertura y calidad.
“El agua potable tiene un impacto multidimensional en la salud y el desarrollo de las personas. Más allá de lo esencial que resulta en esta pandemia para el lavado de manos, su acceso está estrechamente relacionado con los niveles de enfermedades diarreicas y desnutrición infantil y otros indicadores de desarrollo como educación y trabajo. Por lo tanto, como Estado nos urge priorizar el tema de inversiones en infraestructura de saneamiento y abordarlo de manera intersectorial, optimizando sus niveles de eficiencia y eficacia para el cierre de brechas, en beneficio de la población más vulnerable”, indicó Gutiérrez.
La investigación también puso en relieve la importancia de incrementar la inversión en el sector de agua y saneamiento en el Perú para lograr la cobertura universal de estos servicios, conforme a lo establecido en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Cálculos recientes mencionados en el informe, indican que el Perú necesitaría invertir US$ 20,901 millones hasta el año 2030 para brindar acceso universal al agua y saneamiento y garantizar el tratamiento de aguas residuales en zonas urbanas.
Este estudio es producto de un trabajo conjunto de investigadores de Argentina, Chile y Perú con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). El equipo de investigadores está conformado por Mauro Gutiérrez, presidente ejecutivo de la Sunass, Sandro Huamaní (Sunass), Diego Marino (Sunass), Andrés Gómez-Lobo (Universidad de Chile) Tomás Serebrisky (BID) y Ben Solís (BID).
El estudio se encuentra a disposición de los interesados AQUÍ