Siguiendo la temática de la Expo Milán 2015, “Alimentar el planeta, energía para la vida”. La propuesta de Austria deja de lado los componentes meramente tecnológicos y exhibe un denso bosque de 560 m2, poblado con unos 60 árboles de hasta 12 m de altura.
En el que los visitantes podrán respirar aire puro y fresco, aprovechando el microclima único del lugar.
El pabellón fue obra del estudio breathe.austria, y funciona como un prototipo para abordar posibles interacciones entre la naturaleza y las estrategias urbanas que se produzcan a futuro, formando un sistema híbrido. El lugar sirve como un “colector de la fotosíntesis” viviente, un elemento esencial para la producción mundial de oxígeno.
La energía es generada en base al bio-rendimiento. Para ello, se utiliza una nueva célula solar, conocida como Grätze. Se trata de un dispositivo proporcionado por la compañía Styrian SFL, que genera electricidad aprovechando la potencia ecológica del sol, y proporciona sombra durante el día con sus perfiles de color.
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